Los jóvenes necesitan el 40% de sueldo para comprar un piso

I. B. / Agencias
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Las hipotecas se comen cuatro de cada diez euros de los asalariados de entre 16 y 29 años de la provincia, un territorio que se mantiene aún con salarios bajos

Los jóvenes necesitan el 40% de sueldo para comprar un piso - Foto: Tomás Fernández de Moya

Ciudad Real es un territorio en el que el precio de la vivienda sigue en el letargo en que se sumió con la llegada de la crisis. El repunte perezoso del mercado inmobiliario, y las cifras de stock de vivienda libre evitan que en la recuperación se evidencien síntomas de una nueva burbuja, y la rentabilidad se ha derivado hacia el mercado del alquiler. Aun así, hay jóvenes ciudadrealeños que cimentan en su salario la compra de una vivienda con la que empezar a construir su proyecto vital, un proyecto que en un territorio de precios bajos pero también de nóminas escuetas les obliga a ‘renunciar’ a cuatro de cada diez euros de su sueldo para poder acceder a una vivienda. Así lo recoge, al menos, el Observatorio de la Emancipación correspondiente al último semestre del año pasado, publicado esta semana por el Consejo de la Juventud, y que sitúa a Ciudad Real en esa pléyade de territorios en los que el precio de la vivienda no es prohibitivo para los jóvenes, aunque sí suponga darle un buen mordisco mensual a sus nóminas.

Podría ser peor. En lugares mucho más saturados, como la Comunidad de Madrid, el acceso a una vivienda en propiedad se come el 70 por ciento del salario de los jóvenes entre 16 y 29 años, algo que sucede también en Barcelona, las Islas Baleares y en Vizcaya y Guipúzcoa, además de en Málaga, un territorio donde el coste de acceso a una vivienda para los jóvenes se ha visto incrementado en tan sólo un año. No sucede así en la provincia de Ciudad Real, que en el anterior informe del Observatorio, sobre el final de 2017, también se movía en los parámetros que se reflejan para el cierre del año pasado: alrededor de un 40 por ciento de inversión para la compra de una vivienda. La estabilidad de los precios ayuda a mantener esta tendencia, aunque el envés de esa hoja es que, mientras el mercado inmobiliario se mantiene estable, los salarios también caminan desacompasados con el resto de territorios del país, con subidas mucho más moderadas en el entorno de la recuperación.

El estudio alerta de que 2018 se cerró como el año con menor proporción de jóvenes emancipados de la última década: sólo 19 de cada 100 personas entre los 16 y los 29 años estaba residiendo fuera del hogar de origen el año pasado.

Se trata de una tendencia que se registra por igual en toda España. Es decir, en todas las comunidades autónomas ha bajado el porcentaje de emancipación, aunque no todas están al mismo nivel. El consejo destaca que cinco de ellas -Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y País Vasco- no llega al 17%, mientras que Galicia y Asturias que están alrededor del 20%.

«No es que en 2018 se haya producido un desplome repentino de la autonomía residencial de la población joven de España, sino que culmina un proceso que arrancó en 2009 y que, de una manera más o menos ininterrumpida, ha ido prolongándose hasta el día de hoy», apunta el informe del Observatorio.

El texto explica que sí había un aumento de la emancipación entre los años 2001 y 2008 que, un año más tarde, comenzaron a remitir hasta alcanzar, ahora, «cotas semejantes» a los años noventa.