Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Euforia en el PSOE

15/11/2022

El sanchismo ha vivido con euforia la jornada de protesta contra la presidenta madrileña por su política sanitaria.

La manifestación fue multitudinaria, masiva, se equivoca Isabel Ayuso al infravalorarla. Es verdad que estaba muy instrumentalizada por la izquierda, sobre todo por un PSOE que necesita con urgencia un motivo para salir del deterioro de imagen que sufre desde que Feijóo se hizo cargo del PP; por no mencionar el golpe que recibió cuando en las últimas elecciones madrileña tuvo un resultado catastrófico con menos de la mitad de escaños que Ayuso y menos votos incluso que el partido de Íñigo Errejón. Pero se equivoca la presidenta madrileña al analizar desdeñosamente la asistencia de la manifestación porque es evidente que no solo se movilizaron personas muy escoradas hacia la izquierda, sino también un número considerable de ciudadanos que consideran que algunas de las decisiones del gobierno de Ayuso han provocado un deterioro de la asistencia en los centros atención primaria. Probablemente por la precipitación en poner en funcionamiento un nuevo plan sin medir suficientemente sus consecuencias.

La euforia socialista se puede pinchar como un globo, porque el problema de la sanidad madrileña no es consecuencia de una gestión del gobierno regional, sino que se vive en todas y cada una de las comunidades, que comparten la misma y grave situación: falta de médicos y enfermeras por el empecinamiento del gobierno de no incrementar el número de plazas de MIR para la sanidad pública. Y porque los salarios de los facultativos son muy inferiores a los que pueden tener en Portugal o Reino Unido, dos de los países más solicitados y en los que ya trabajan miles de médicos y enfermeras españoles.

Pedro Sánchez lleva tres años en el gobierno, y entre sus muchos déficits de gestión se encuentra la Sanidad, pues no ha hecho el menor esfuerzo por responder a las voces de alarma de los gobiernos autonómicos preocupados por los miles de plazas sin cubrir. Ese es el problema, no la colaboración de la sanidad pública con la privada, y así lo dicen abiertamente presidentes autonómicos socialistas y no socialistas.

El éxito de las manifestaciones del domingo no significa que la gente de Madrid esté deseos de respaldar al PSOE con sus votos; menos aún con la candidata elegida, Reyes Maroto, a la que no conocen ni la décima parte de los madrileños y que además fue muy crítica con las medidas que tomó Ayuso durante la pandemia para impedir así el cierre de docenas de miles de negocios y mantener mínimamente el turismo.

Sánchez, por mucho que haya elegido ya candidata a la alcaldía de Madrid, tiene mucha tarea por delante si pretende tener un gran resultado el 28 de mayo. Su egolatría le impide ver lo que ve todo el mundo: no hay español que no sepa que gobierna para satisfacer a los socios que le permiten mantenerse en Moncloa. No gobierna para solucionar los problemas de los ciudadanos.