Un grupo de doce estudiantes de la UCLM participa durante esta semana en el X Curso Práctico de Geomorfología Volcánica, Biogeografía y riesgos naturales con el que podrán estar dentro del último volcán de España, el Tajogaite, en La Palma. Esta iniciativa surgió hace 20 años por el Grupo de Investigación Geomorfología, Territorio y Paisaje en Regiones Volcánicas (Geovol) y se celebra de forma periódica con los estudiantes del grado de Geografía, que serán de los primeros en conocer esa zona prohibida.
El director de Geovol, Rafael Ubaldo Gosálvez, señaló que la propuesta se retoma tras años sin realizarse por la falta de alumnos que venía sufriendo el grado, impartido en la facultad de Letras de Ciudad Real. «Este año los alumnos del grado estaban muy animados en querer hacerlo y finalmente nos han convencido», indicó Gosálvez. Además, recordó que la iniciativa es obra de la creadora de Geovol, Elena González Cárdenas, que junto al profesor Rafael Becerra acompañarán a los estudiantes en su visita a La Palma.
«El curso busca la transmisión de conocimiento, incluido lo que aprendimos en su momento durante la erupción», pues los profesores ya estuvieron en la zona cero del volcán, como en el trabajo que vienen desarrollando en el Campo de Calatrava, analizando la geomorfología de los volcanes. «En este caso se trata de un curso que pretende motivar a los estudiantes para que si alguno, en tesis doctorales futuras o en su trabajo, quiere implementar el tema del vulcanismo, pues que lo pueda hacer con toda la garantía».
Además del nuevo volcán de La Palma, los estudiantes de la UCLM iniciarán su labor con una primera salida de trabajo en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, después visitarán Cumbre Vieja y verán los complejos volcánicos del sur, para acabar en el volcán Tajogaite y la erupción de 2021. El director de Geovol apuntó que los alumnos podrán entrar en las zonas de exclusión gracias al permiso que «ha dado el Cabildo Insular», y también al apoyo del Instituto Vulcanológico de Canarias, que apoya este curso.
Un grado distinto
Mientras, Gosálvez señaló la importancia de diseñar iniciativas distintas, ante un grado de Geografía con baja matrícula. «Lo que intentamos es llamar la atención, mostrar que el grado tiene unos pluses, entre los que se encuentran estos cursos o las formaciones que tenemos con empresas locales para que hagan las prácticas». También esta propuesta sirve para mostrar que es «un grado vivo» y que está «pegado a la realidad», algo de lo que se suele acusar a los estudios de geografía.