Arranca el proceso para desalojar a los okupas en 'La Guija'

Hilario L. Muñoz
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El concejal de Seguridad de Ciudad Real señala que ya tienen la confirmación de quién es el propietario y avanza que le ofrecerán apoyo para evitar una nueva ocupación

La promoción de viviendas que se pedirá el desalojo por orden judicial - Foto: Tomás Fernández de Moya

Tras año y medio de búsqueda, el Ayuntamiento de Ciudad Real ha dado con los propietarios de las viviendas a medio construir en la calle Camino de la Guija, detrás el tanatorio, y les ha brindado su apoyo para el proceso de desalojo. Se trata de un bloque de viviendas que ha sufrido varios incidentes, los más llamativos son la caída de una persona por un ascensor o un incendio en el que hubo varios intoxicados, y que desde hace años ha sido un foco de inseguridad ciudadana. 

El concejal de Seguridad, David Serrano, explicó que este año y medio han realizado búsquedas del propietario a través de los registros urbanísticos, pero el problema era que al dar con un nombre resultaba ser una empresa que había dejado de existir por estar en concurso de acreedores o bien una entidad bancaria que ya no era suya la propiedad. Ahora, ya se sabe que la promoción es de la Sareb, el denominado banco malo, y que es la agencia inmobiliaria Haya la encargada de la gestión. A ella es a la que se han dirigido para pedir el desalojo y a la que ofrecerán apoyo para evitar una nueva ocupación.  

«Hablando con ellos, comentaron que ya han iniciado un expediente de ocupación y con eso iniciarán el procedimiento judicial para el desalojo», explicó Serrano, quien dijo que aportarán incidencias de Policía Local y Nacional si fuera necesario para «acelerar ese procedimiento». Hay que tener en cuenta que ahora mismo podría haber personas que utilizan estas viviendas para dormir, aunque no haya una ocupación como tal. 

Serrano explicó que el trabajo que realizarán con Haya será similar al que ya hizo el Ayuntamiento con la ocupación de viviendas en un bloque de la avenida de los Descubrimientos. En esa ocasión hubo desalojo solicitado por la empresa y, después, los propietarios autorizaron al Ayuntamiento para que tomara medidas y evitara una nueva ocupación, soldando la puerta para evitar la entrada de personas hasta que se vendió. 

El concejal comentó que «no hay constancia de otras incidencias» por okupas en la capital y esta es «la única».