La ludoteca municipal aguarda nuevos usuarios

D. Farto
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Este servicio, que se presta en el Centro Social de la carretera de Fuensanta, mantiene abierto el plazo de inscripción para nuevos alumnos de cinco a 12 años hasta el 28 de abril

La ludoteca municipal aguarda nuevos usuarios - Foto: Rueda Villaverde

La ludoteca municipal enclavada en el Centro Social de la carretera de Fuensanta ya tiene abierto el plazo de inscripción  hasta el próximo 28 de abril para nuevos usuarios de cinco a 12 años. «Una característica que tiene esta ludoteca, aparte de tener un aula muy luminosa, en muy buenas condiciones y estar ampliamente equipada, es que tiene un patio que da mucho juego», asegura la concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, que además resalta que en verano y sobre todo en primavera, buena parte de las propuestas se trasladan a ese patio.

En este sentido, Hinojosa señala a la monitora, Mari Luz Aparicio, de la que asegura «enseguida saca a los niños al patio; en verano, a primera hora, hacen ahí casi toda la jornada hasta que empieza el calor».

La aludida señala que «el objetivo  es que se aprenda a través del juego», de modo que los pequeños no se den cuenta de que están aprendiendo. Al mismo tiempo explica que «a mí me gusta mucho trabajar a partir de talleres, de manualidades, de inteligencia emocional, porque queremos potenciar su psicomotricidad; inculcar valores, trabajar un poquito la gestión de emociones», como ejemplo de elementos con los que trabaja.

La ludoteca municipal aguarda nuevos usuariosLa ludoteca municipal aguarda nuevos usuarios - Foto: Rueda VillaverdeAparicio busca también la concienciación de los niños. Así, pone de ejemplo una actividad realizada este año. «Hicimos una semana de reciclaje, para que supiesen cómo hay que reciclar, los diferentes colores de los contenedores y luego les planteamos un reto también, que era que durante una semana el que menos plástico traía en la merienda era el que ganaba», puesto que el criterio no es tanto reciclar más, que también es importante, sino generar un menor volumen de residuos.

Matilde Hinojosa retoma la cuestión planteada por Aparicio para detallar que «cuando se crearon las redes de ludotecas a nivel regional en el año 2010, se hizo en una pedagogía basada en el juego libre principalmente. Entonces es verdad que aquí el juego libre es el principal método de aprendizaje y de enseñanza para ellos» y también por esa razón, las instalaciones de la ludoteca están llenas de juguetes con los que los pequeños pueden interactuar libremente, aunque también hay actividades programadas.

Aparicio matiza que «siempre actúo en función del estado de ánimo de los niños; a lo mejor tengo programada para un día una manualidad, una actividad o lo que sea, y si no los veo receptivos, pues los dejo hacer otra cosa, siempre pensando que lo que importa es el bienestar de los niños», afirma.

La ludoteca municipal aguarda nuevos usuariosLa ludoteca municipal aguarda nuevos usuarios - Foto: Rueda VillaverdePor su parte, el educador, Luis Mariano Carmona, detalla que la ludoteca actualmente está limitada a 15 niños, aunque «cuando tenemos más monitores, juntamos 50» .

La jefa del Servicio de Acción Social, Inmaculada Martínez, explica que la ludoteca abre durante el curso escolar, por lo que es «un recurso más para la conciliación de la vida laboral y familiar». Pero en los meses de verano no se cierra, puesto que su actividad conecta con las escuela municipales estivales.

De esta forma, en la actividad de verano «solemos utilizar los recursos del plan de empleo», para ampliar la plantilla de monitores. De hecho, la sala se amplía con la utilización de un espacio contiguo en el mismo edificio que prácticamente dobla la capacidad para recibir a los pequeños usuarios.

La ludoteca municipal aguarda nuevos usuariosLa ludoteca municipal aguarda nuevos usuarios - Foto: Rueda VillaverdeMartínez añade que la programación de actividades es además «inclusiva», puesto que los niños con discapacidad se integran normalmente en las propuestas que se desarrollan.

Aparicio señala, además, que aunque hay un horario establecido, se aplica con flexibilidad. «El máximo son dos horas y media, pero no tenemos horario restringido para la recogida, esto no es una cárcel; cada niño se va cuando se quiera ir o cuando su padre decida», precisa.