«Hay que saber cómo y cuándo controlar las poblaciones de ciervos»

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Juan Caballero - Dr. Ingenierio de Montes

Juan Caballero posa con su libro para La Tribuna - Foto: Tomás Fdez. De Moya

Durante su trayectoria profesional se encontró con los problemas medioambientales que originaban los ciervos en fincas cercadas, lo que motivó el contenido de su tesis doctoral. Mientras la falta de criterios probados de por qué un ciervo con unas determinadas características era o no selectivo, le llevó a escribir el libro El venado y su selección, donde aporta datos con el objetivo de que el control de poblaciones se ajuste en buena medida a los ejemplares de peor calidad. Un libro que se presentará el día 21 de junio, a las 20.00 horas, en el antiguo Casino de Ciudad Real.

¿El venado y su selección es un libro imprescindible para gestionar las poblaciones de ciervo?

Es la herramienta que echábamos en falta los que hemos podido gestionar explotaciones con ciervos. Es la recopilación de miles de datos durante muchos años con el fin de demostrar que aquellos criterios que se empleaban en la selección de ciervos eran adecuados. Pero también con el fin de conseguir otros, siempre bajo un punto de vista analítico, que demostraran que algunos crecimientos o formas determinadas no eran o eran, dependiendo del caso, las más adecuadas a la hora de dejar que un ejemplar siguiera en el campo. El fundamento es ese, buscar criterios que sirvan para seleccionar los ciervos y ayudar a conseguir que las poblaciones de los cotos sean acordes a la capacidad del hábitat que ocupan.

¿Qué es lo que le llevó a escribir este libro?

El trabajo con los ciervos lo comienzo entre 1992 y 1993, con mi trabajo en las primeras granjas cinegéticas de ciervos que se hacen en España. El estudio de cuál debía ser el manejo más adecuado de esos animales en las granjas, así como la forma de conseguir una mayor rentabilidad en un acotado me llevó a realizar mi tesis doctoral en 1997. El libro surge por la necesidad de tener una herramienta que permita, con criterios comprobados, dejar los mejores animales tras el necesario control de poblaciones. Desde principio de los noventa no he abandonado el trabajo de seguimiento de poblaciones de ciervos, tanto con las granjas como en capturaderos instalados en distintos cotos. Aproveché el trabajo en las granjas para ir tomando datos de los ciervos, es decir, manejaba los ciervos en su primer año de gabatos, después en su segundo año como varetos, en su tercer año como segundas cabezas y así sucesivamente. Coleccionamos los desmogues (los cuernos que van echando cada temporada), en granjas y capturaderos, tomando sus medidas, tanto distintos grosores como longitudes. Toda una serie de parámetros que son los que se utilizan normalmente en la homologación de los trofeos de caza.

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