El centrocampista español Cesc Fábregas se sometió ayer a una resonancia magnética con «resultados muy satisfactorios», por lo que, en principio, no debería tener ningún problema para estar en la próxima Eurocopa.
El jugador del Barcelona se incorporó a la concentración de la sección junto a sus compañeros de equipo y a los futbolistas del Athletic, e, inmediatamente, se sometió a una resonancia magnética para tratar una elongación muscular en el bíceps femoral de su pierna derecha.
La prueba concluyó con «resultados muy satisfactorios», aunque no jugará «por precaución» el amistoso del domingo frente a China, según el parte médico facilitado por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
De momento, el centrocampista no participó en los entrenamientos con el grupo e iniciará una «preparación individualizada de readaptación». Asimismo, queda «pendiente de evolución» la lesión muscular.
Según el informe médico, Fábregas, que se lesionó el pasado viernes, debería cumplir aún unos días de descanso para una completa recuperación.
Cuenta atrás. Por otro lado, la selección española de fútbol inició ayer la cuenta atrás hacia la Eurocopa con un claro objetivo que todos los jugadores repitieron ayer: «Tenemos hambre para seguir haciendo historia».
España juntó por primera vez a los 23 jugadores que viajarán a la cita de Polonia y Ucrania tras incorporar a los futbolistas de Barcelona y Athletic de Bilbao. A cambio, se marcharon descartes como Roberto Soldado, Beñat, Javi García, David de Gea y demás.
La hoja de ruta de la ‘Roja’ incluye trabajo en Madrid, partido amistoso ante China, viaje a Polonia el lunes y debut en la Eurocopa el 10 de junio ante Italia.
El reto no es pequeño: convertirse en la primera selección de la historia en lograr tres títulos grandes de forma consecutiva (Eurocopa-Mundial-Eurocopa).