2.918 accidentes en el trabajo: menos y con menos fallecidos

R. Ch.
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Tres personas han perdido la vida entre los meses de enero y julio en siniestros laborales frente a los nueve de 2022. Baja el número total de accidentes tras rozar los 3.500 hace un año

Dos trabajadores fallecieron el pasado mes de mayo en un accidente en Daimiel. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Ciudad Real roza los 3.000 accidentes en el trabajo en los siete primeros meses, periodo en el que han perdido la vida tres personas, según los datos que maneja el Ministerio de Trabajo y Economía Social y que ayer actualizó la incidencia de los siniestros laborales en la provincia. Si se compara con el año pasado, la provincia registra menos percances y, además, son menos graves. En total son 2.918 los accidentes contabilizados por Trabajo.  De ellos, 2.886 han sido leves, 29 graves y tres personas han perdido la vida en su puesto. Un año antes, en el mismo periodo, el número de accidentes estaba cerca de los 3.500, en concreto, 3.440, con 26 heridos de carácter grave y nueve víctimas mortales. 

En toda España son 399 los trabajadores que fallecieron en accidente laboral en los siete primeros meses de este año, 76 menos que en igual periodo de 2022, lo que en términos relativos implica un descenso del 16%. La mayor parte de los accidentes mortales se producen por infartos y derrames cerebrales, accidentes de tráfico, atrapamientos y amputaciones, caídas y colisiones contra objetos en movimiento.

En cuanto a la siniestralidad, por sectores, los más afectados son los que más empleo mueven en la provincia. El primero, la construcción. Uno de cada cuatro accidentes en el trabajo lo sufre un trabajador del ladrillo. Hasta julio, 621. En un año, esa siniestralidad, pese a todo, se ha rebajado en un siete por ciento. 

El segundo grupo de actividades más afectado por los accidentes es el de la industria. Casi 600 en siete meses. Unos tres cada día. En este caso, a diferencia de la construcción, crece el número de percances, en torno al nueve por ciento, mientras que se reduce la siniestralidad en el resto de actividades que más accidentes sufren: el campo, el comercio, el transporte y la administración pública.