Un proyecto de luces y sombras

SPC
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Las derrotas en Europa y la fuerte inversión económica del Barça condenan a Xavi en su etapa al frente del primer equipo culé, pese a su firme apuesta por la cantera

El preparador de Terrasa no ha cumplido con las expectativas depositadas por el club. - Foto: Enric Fontcuberta (EFE)

El Barcelona pondrá fin al curso 2023-24 con su visita al Sánchez-Pizjuán para medirse al Sevilla. El encuentro en territorio hispalense apunta a ser también el último de Xavi Hernández como entrenador de la escuadra culé. 

No hay nada confirmado, pero ambas partes ya han quedado emplazadas a una reunión que se celebrará después de que finalice el campeonato liguero. Y, en ese encuentro, todo hace indicar que el presidente de la entidad culé, Joan Laporta, dará carpetazo a la etapa del técnico egarense. De ocurrir, se cerrará un proyecto de más de 900 días desde que el preparador de Terrasa asumiese las riendas del primer equipo allá por noviembre de 2021. 

Su regreso al Barça no comenzó con buen pie en lo que a resultados se refiere. Terminó el campeonato doméstico en segundo lugar, a 13 puntos del Real Madrid de Carlo Ancelotti, misma escuadra que le dejó fuera de la final de la Supercopa de España. 

A nivel nacional, tampoco llegó muy lejos en la Copa del Rey, siendo apeado del torneo en octavos por el Athletic Club.

Pero fue en competiciones europeas donde la imagen del plantel blaugrana estuvo muy lejos de las expectativas. De hecho, fuera del ámbito doméstico, es donde Xavi ha sufrido su mayor hándicap.

En la Liga de Campeones no fue capaz de acabar entre los dos primeros en la fase de grupos, marcado por sus tropiezos contra el Bayern Múnich y el Benfica. Acabó relegado a la Liga Europa, donde la derrota en los cuartos de final contra el Eintracht Fránkfurt puso fin a las aspiraciones continentales de un equipo que sufrió un duro varapalo a nivel deportivo y de prestigio.

Aquel Barcelona, que afrontaba los primeros pasos de la etapa 'post-Messi', acabó el curso lejos de los objetivos previstos. Por aquel entonces, los problemas económicos ya afectaban a la planificación del equipo. Aún así, la inversión en incorporaciones de cara a la siguiente campaña fue notoria por parte del club.

Raphinha (58 millones), Koundé (50) y Lewandowski (45) lideraron el importante desembolso de la entidad culé. Además de ellos, también llegaron al equipo Kessié, Christensen, Raphinha o Marcos Alonso, entre otros, aunque todos ellos tras finalizar sus anteriores contratos.

La tendencia continuó a principios de esta temporada, con la llegada de perfiles como Gündogan o Joao Cancelo, ambos procedentes del Manchester City campeón de la Champions, sin abonar precio de traspaso pero con un importante coste a nivel salarial.

 Con el tiempo, esas inversiones han resultado ser un arma de doble filo para Xavi Hernández. Sus declaraciones en la rueda de prensa previa al choque contra el Almería, en las que evidenció las dificultades del club para incorporar nuevos jugadores en el futuro, terminaron por colmar la paciencia de Joan Laporta.

A favor del técnico egarense está la capacidad de haber conseguido que la plantilla compita, pese a los problemas económicos, consiguiendo un doblete en la anterior campaña con la conquista de la Liga y de la Supercopa, imponiéndose al Real Madrid en la final (1-3).

También ha sido capaz de dar espacio a la cantera, haciendo debutar hasta a 16 jugadores procedentes de La Masia. Algunos de ellos, como Lamine Yamal o Pau Cubarsí, ya son una apuesta de presente y, sobre todo, de futuro para un club que cuenta con mimbres de cara a la próxima década.

Son las luces de un proyecto que, por contra, se ha visto muy marcado en los últimos meses por los recientes fracasos a nivel europeo: el año pasado cayó derrotado frente al Manchester United en la Liga Europa en diecisesisavos, y, este, ante el PSG en la Champions, en cuartos. Sin olvidar su actuación en esta presente Liga y las derrotas en la Copa del Rey (cuartos de final, frente al Athletic) y, sobre todo, frente al Real Madrid en la final de la Supercopa (4-1). Una etapa de luces y sombras que podría terminar en los próximos días.