"Me golpeó, me obligó a hacer sexo y se reía"

Manuel Espadas
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La denunciante ratifica que fue violada dos veces por la que era su pareja y que él difundió fotos suyas de contenido sexual. Él solo admite delitos de insultos y amenazas

El acusado, durante la vista oral celebrada esta mañana en la Audiencia. - Foto: Rueda Villaverde

Esta mañana quedaba visto para sentencia en la Audiencia Provincial el juicio que ha sentado en el banquillo a José P. G., un hombre de 36 años residente en Miguelturra y que se enfrenta a penas de casi 30 años de prisión y una indemnización de 65.000 euros, al estar acusado de un doble delito de agresión sexual, más otros de maltrato habitual, amenazas, coacciones, delitos de odio y de descubrimiento de revelación de secretos, contra la que era su pareja en 2022. Según las acusaciones pública y particular, el investigado la violó en dos ocasiones, la amenazó e insultó verbalmente y mediante mensajes de wasap, y difundió fotos de ella de contenido sexual entre sus amigos y sus familiares de su país de origen, Ecuador, hasta hacerlas virales. Todo ello por venganza y despecho después de que ella decidiera romper la relación sentimental. 

Esta es la versión que ha mantenido la presunta víctima ante el tribunal, donde ha relatado, entre algunas lágrimas, los dos episodios de violación a los que fue sometida por la que era su pareja y padre de una hija suya. El primero, en el mes de enero de 2022, cuando ya había cesado la relación sentimental y supuestamente él la recogió en Bolaños de Calatrava, donde estaba realizando un curso. De regreso a Miguelturra, paró el coche en un camino rural y, hacha en mano, la obligó a mantener relaciones sexuales de todo tipo. Yel segundo, sobre el mes de abril, cuando él habría acudido al que era el domicilio familiar y donde ya no vivía, para recoger sus enseres. En ese momento, la habría asaltado en el baño, donde la violaba por segunda vez.

En ambas ocasiones, y siempre según el relato de la denunciante, él habría sumado a las violentas agresiones sexuales todo tipo de insultos y vejaciones verbales, referentes al color de su piel y a su supuesta condición de prostituta, y todo ello por celos y despecho tras echarle ella de casa. «Me pegó y me obligó a hacerle sexo oral, vaginal y anal, mientras se reía», relataba ella, que entre sollozos recordaba que una vez «me dijo que con ese pelo de negra que tienes, ojalá te echen gasolina y ardas».

El acusado, durante la vista oral celebrada esta mañana en la Audiencia.El acusado, durante la vista oral celebrada esta mañana en la Audiencia. - Foto: Rueda VillaverdeEste tipo de vejaciones también se repetían en los muchos mensajes de wasap que el le envió tras estos episodios. Mensajes como «te tengo que reventar», «eres una mierda y te voy a romper la boca», «méteme preso si quieres que me las vas a pagar» o «un día de estos te van a dar un golpe y te van a desnucar». Insultos y amenazas que José P. G. no negaba, justificando que lo escribió después de beber grandes cantidades de alcohol y de consumir cocaína: «En ese momento no era yo. Nunca le he hecho daño, no le he puesto ni una mano encima. Ella me conoce y sabe que no soy así. No soy un maltratador ni un agresor sexual. Estoy arrepentido de escribir todo eso, fue el mayor error de mi vida. Me encantaba estar con ella», aseguró ayer durante una vista en la que denunciante y víctima estuvieron separados por un biombo.? 

Tampoco difundió sus fotos

El acusado no sólo negaba esas dos agresiones sexuales, sino también el maltrato habitual. Relató que ella le echó a él del domicilio familiar amenazándole con autoinfligirse cortes en la cara con un cuchuillo para después inculparle a él. También negó haber manipulado sus redes sociales para suplantar su identidad escribiendo mensajes a amigos y familiares, a los que reenvió fotos de contenido sexual. También negó haber difundido, como sostenía la víctima, la idea de que era prostituta. «Todavía me siguen llamando y preguntan a mi hijo que si me sigo prostituyendo gratis», decía ella.  

La sesión finalizaba con el testimonio del equipo  psicosocial que la trató, reconociendo inconsistencias y contradicciones con respecto al relato de las agresiones sexuales y el maltrato habitual. Era la segunda vez que evalúan a esta mujer, que ya tuvo un episodio parecido de violencia de género con otra pareja.

Me golpeó, me obligó a hacer sexo y se reía
"Me golpeó, me obligó a hacer sexo y se reía" - Foto: Rueda Villaverde
El abogado del acusado, Enrique García Herrera, confía en que su cliente sólo responda por los delitos de amenazas y coacciones, que sí están probados con los mensajes de wasaps, por lo que confía en que la pena que se le imponga ronde los tres años de prisión, lejos de los 29 años y 10 meses que pide Fiscalía.