Homenaje al apóstol de la medicina, el doctor Mulleras

Rafael Cantero
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Presidente de la Diputación, del Colegio de Médicos y del Casino de Ciudad Real, el doctor Bernardo Mulleras fue muy querido por la gente modesta y recordado por ejercer su profesión con total entrega y generosidad

Homenaje al apóstol de la medicina, el doctor Mulleras - Foto: Picasa

La Corporación Municipal de Ciudad Real, en 1911, tomó el acuerdo de abrir una nueva calle, más bien callejón, que pusiera en comunicación la calle General Aguilera con el antiguo callejón del Matadero, hoy calle Alfonso X 'El Sabio'. A este pequeño y estrecho callejón se le denominó, en un principio, calle Nueva, nombre que mantuvo hasta 1954. Actualmente, el vial que une General Aguilera con la plaza de Cervantes, y que continúa hasta su confluencia con la calle Juan II, lleva el nombre de Bernardo Mulleras, un médico ciudadrealeño que nació el 18 de junio de 1877 en una habitación de la planta baja de una casa de la calle Calatrava, y que murió también en la calle Calatrava, el 17 de octubre de 1954. Como curiosidad hay que decir, que en la habitación donde nació el doctor Mulleras, pasado el tiempo, se ubicó la popular taberna Cuatro Caminos. En sus paredes había una sencilla lápida con la inscripción, «En esta habitación nació don Bernardo Mulleras García el 18 de junio de 1877». 

Bernardo Mulleras fue un popular y reconocido médico, muy querido por la gente modesta y recordado por todos ya que ejerció su profesión con total entrega y generosidad. Fue un médico humano y bueno con sus pacientes, a los que miraba con atención y tranquilizaba de una manera magistral paliando de forma clara su sufrimiento. Fue un apóstol de la medicina. Se dice de él que murió más pobre que vivió, que jamás pasó factura ni recibo a su numerosa clientela y que vivía con el sueldo de médico de la beneficencia municipal. A nadie negó su auxilio cuando realizaba las visitas médicas a casas humildes. Al salir, dejaba unas monedas de plata para ayudar a la adquisición de medicinas o alimentos.

En el aspecto político, llegó a ser presidente de la Diputación Provincial en el periodo comprendido entre los años 1926 y 1930 y a él se debe la construcción de un pabellón del antiguo Hospital Provincial, aunque luego fuera inaugurado por el primer presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora. Fue, además, presidente del Colegio de Médicos y del Casino de Ciudad Real.

Homenaje al apóstol de la medicina, el doctor MullerasHomenaje al apóstol de la medicina, el doctor Mulleras - Foto: Rueda VillaverdeEl doctor Mulleras falleció en octubre de 1954 y en atención a sus méritos laborales y caritativos, muchas instituciones locales y provinciales solicitaron y promovieron diversos reconocimientos y homenajes. El Ayuntamiento de la capital le quiso rendir un homenaje de gratitud y recuerdo y para ello acordó rotular con su nombre la antigua calle Nueva. Con la dedicación de esta calle y el descubrimiento de la placa que aún existe, el Ciudad Real perpetuó el nombre y la relevancia de la personalidad de Bernardo Mulleras.

Homenaje al apóstol de la medicina, el doctor Mulleras
Homenaje al apóstol de la medicina, el doctor Mulleras - Foto: Rueda Villaverde
En la imagen antigua se puede observar el edificio que formaba la esquina de General Aguilera con la calle Nueva, que años más tarde albergaría el popular comercio de las Once Puertas. La calle Bernardo Mulleras adquirió su trazado y aspecto actual en 1966, al ser ampliado el pequeño callejón tras la demolición de los edificios que había a un lado y otro. Con el ensanche y alineación de esta calle quedó definitivamente unida la plaza de Cervantes con la calle General Aguilera. Actualmente, todo el entorno de la plaza de Cervantes, Bernardo Mulleras y General Aguilera está peatonalizado y cerrado al tráfico rodado.