Como haría cualquier pequeña aprovechando el descanso vacacional, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía acudieron ayer ilusionadas a conocer la embarcación en la que su padre, Don Felipe, participaba en la 34 Copa del Rey Mapfre de Vela en Palma de Mallorca, justo la jornada en la que la competición tocó a su fin. Bajo la atenta mirada de su madre, la Reina Doña Letizia, las dos niñas llegaron al Club Náutico, donde el Monarca las explicó, a bordo del Aifos, las partes del navío.
Recibidos a la entrada por el presidente del Club, Javier Sanz, y el vicepresidente, Emerico Fuster, los cuatro posaron sonrientes en la escalera para los medios, que captaron en ese momento una instantánea de familia parecida a la del pasado lunes en Marivent en los gestos, en la que los mayores cambios eran de vestuario.
Junto al polo deportivo del Rey, listo para incorporarse poco después a la tripulación del Aifos, Doña Letizia lució un pantalón blanco, sandalias de tacón y una camiseta negra decorada con las letras que forman el apellido del célebre escritor Franz Kafka, un diseño del poeta y artista madrileño Eduardo Scala para la Editorial Delirio.
Las niñas, ambas con shorts y blusones, estampado de flores el de Leonor y calado en tono claro el de Sofía, compartieron el mismo tipo de calzado que su padre, unas abarcas menorquinas.
Los Monarcas saludaron a personal del club y a algunos miembros de distintas tripulaciones y sus familiares tanto en la entrada como en la tienda de artículos deportivos y en la cafetería, donde permanecieron unos minutos antes de acercarse a la embarcación de la Armada Española, atracado en el pantalán a la espera de su patrón.
Don Felipe, mochila al hombro y acompañado por el almirante Jaime Rodríguez, ayudó a sus hijas a subir a bordo y les comentó los pormenores de la navegación tanto en la cubierta como en la cabina interior de la embarcación.
Las pequeñas atendieron las explicaciones de su padre mientras le seguían de un lado al otro del barco, esquivando obstáculos.