El Tribunal del Jurado será el encargado de enjuiciar la semana que viene a M. A. P. C., la mujer a la que la Fiscalía pide una pena de cárcel de 13 años y medio por homicidio doloso y cuatro años y tres meses más por el robo de la vivienda de J. G. C., un hombre al que solía ayudar en las tareas de limpieza de su vivienda, en Alcázar de San Juan, en el barrio de La Pradera, a cambio de dinero y dado que la víctima tenía problemas de movilidad, pues le había sido reconocido un grado de discapacidad del 92%, de tipo física y sensorial, por osteoartrosis localizada degenerativa y ceguera (catarata complicada).
Según la Fiscalía, el 25 de noviembre de 2020, la acusada, que presenta "un patrón de consumo de sustancias estupefacientes" y tiene varios antecedentes por daños, hurtos y desobediencia a autoridad, acudió a la vivienda de J. G. C. con la intención de reclamar un dinero que, al parecer se le debía. "Sabedora de que éste se encontraba en su interior pues pudo comprobar previamente como la motocicleta adaptada de la víctima estaba estacionada fuera de la vivienda" y al no abrir la puerta, a pesar de que la propia acusada gritaba y llamaba insistentemente, procedió a fracturar de varias patadas la moldura inferior de la puerta de entrada a la vivienda, introduciendo la mano por el hueco creado y abriendo la puerta con la manivela de la misma, logrando así, según la Fiscalía, acceder al interior del piso, "no sin antes volver a colocar la moldura de la puerta en su sitio".
El relato de la Fiscalía indica que una vez dentro de la vivienda, al encontrarse con J.G.C. en la cocina, se inició "una fuerte discusión" por esa supuesta deuda. Entonces, la acusada "valiéndose de su fuerte complexión física, y de que J.G.C. era una persona de menor envergadura y que contaba con problemas de movilidad y visión anteriormente indicados, le golpeó fuertemente en el macizo facial de la hemicara izquierda empleando para ello un objeto contundente aún no determinado, teniendo la intención de acabar con la vida del mismo o, al menos, siendo consciente del peligro que para su vida podría suponer un golpe en dicha zona".
Acto seguido, indica la acusación, la acusada, "con intención de obtener un beneficio patrimonial económico", cogió a la víctima, "inconsciente a consecuencia del fuerte golpe sufrido", llevándoselo al dormitorio para acto seguido apoderarse de un televisor de plasma que consiguió vender "breves instantes después" por 50 euros.
Avisados tanto por vecinos del bloque donde J.G.C. tenía su vivienda, como por familiares de la propia vícima, "al extrañarse todos ellos por los ruidos y golpes que provenían de la vivienda del mismo", se personaron poco después varias patrullas de agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local de Alcázar de San Juan, los cuales, tras acceder al interior del piso, encontraron a la víctima, inconsciente y tumbado sobre un costado en la cama de su dormitorio, con un cojín colocado encima de la cabeza, con restos de sangre en la cama, en el suelo y en muebles de la cocina y del salón del piso.
A consecuencia de la agresión, sufrió un traumatismo craneoencefálico "de tal magnitud que no sólo le produjo fracturas óseas, si no que también le causó hemorragias cerebrales, edema cerebral y lesión axonal difusa con encefalomalacia", indica la Fiscalía. A causa de estas lesiones, J.G.C. quedó en coma y fue trasladado a la UCI de Ciudad Real, llegándosele a realizar una intervención quirúrgica a los pocos días y una traqueostomía.
J.G.C. permaneció en la UCI Ciudad Real hasta el día 20 de enero de 2021, en que fue trasladado al Hospital La Mancha Centro, donde no consiguió mejorar su estado, falleciendo finalmente en dicho hospital el 1 de febrero de 2021.