Esto no ha sido invento de la "jauría ultra", como llamó Pedro Sánchez a quienes critican al PSOE y ponen el acento en los casos de corrupción. Ha sido el propio presidente del gobierno y líder socialista el que ha descrito de forma preocupante la situación del partido. Para reiterar que no piensa abandonar, dijo que "El capitán no se desentiende cuando viene mala mar".
Mala mar significa que el PSOE atraviesa un pésimo momento que puede acabar en desastre. En Ferraz, el ambiente no era fúnebre porque los miembros del comité federal del PSOE han tenido buen cuidado de que en sus caras no hubiera un solo gesto de desánimo que pudieran detectar los periodistas. Pero antes incluso de que se iniciara el comité federal en Ferraz cayó una bomba: Paco Salazar, uno de los principales colaboradores de Pedro Sánchez, miembro destacado del gabinete de presidencia de gobierno, al que el sábado Sánchez anunció como uno de los tres adjuntos a la nueva secretaria de organización Rebeca Torró, dimitía de ese cargo antes de tomar posesión. Y también dejaba su cargo en Moncloa.
La dimisión la provocó una información que recogía el testimonio de varias mujeres que acusaban a Salazar de comportamiento inadecuado, acoso sexual y abuso de poder. No se han presentado denuncias, pero a Salazar se le ha señalado la puerta de salida mientras el propio partido inicia una investigación interna.
Este episodio, que altera aún más el alterado mundo sanchista, tenía otra lectura a tener en cuenta: eldiario.es, que publicó la historia, es uno de los periódicos digitales más afines a Pedro Sánchez. Y es evidente que conocía perfectamente las consecuencias de publicar ese bombazo el mismo día que se celebraba el más importante comité federal en años, con Pedro Sánchez muy cuestionado y que afronta una situación de corrupción que le debilita.
Lambán no ha podido acudir a Ferraz por su delicado estado de salud, pero es perfectamente conocido su malestar y desacuerdo con las políticas de Pedro Sánchez, agravadas los últimos días por el debate sobre la amnistía y la aceptación del Tribunal Constitucional, que todo el mundo considera que se debe a instrucciones de Pedro Sánchez aunque Conde Pumpido lo niega. El otro líder regional que lleva tiempo mostrando su disconformidad con el sanchismo, Emiliano García Page, lo ha ahora en el comité federal, aunque su tiempo estaba muy tasado. Pero fue suficiente para pedir al presidente de gobierno elecciones o que presente una cuestión de confianza.
La situación para Sánchez es más grave que la de mala mar. El caso de Paco Salazar le afecta en lo político y en lo personal; los aplausos a sus frases de que no piensa dimitir, no han sido tan sonoros como en ocasiones anteriores, y el partido tuvo que anular días atrás el llamamiento a los militantes para que acudieran en autobuses a manifestarse en Ferraz para dar ánimos a su líder. Apenas se habían pedido reservas para viajar a Madrid.
Este comité del 5 de mayo del 25 pasará a la historia. Pero no como ejemplo de que el PSOE se une más que nunca cuando arrecia la tormenta.