Con una alegría enorme» es como recibió Julio Sarramián la noticia de haber ganado el primer premio de pintura del Certamen Cultural de la Cooperativa Virgen de las Viñas, uno de los más importantes a nivel nacional, no solo por el número de obras presentadas, sino también por la cuantía económica de sus premios. «Es un orgullo ser premiado en un certamen de esta envergadura que cuenta con una fantástica colección. Saber que mi obra va a formar parte de esa colección tan maravillosa de la Cooperativa Virgen de las Viñas es una satisfacción muy grande», reconoce en declaraciones a este medio. 

Sarramián nació en Logroño y lleva dedicándose al mundo del arte de forma profesional desde que se licenció en Bellas Artes en el año 2003. Es la primera vez que se alza con este «importante» galardón, y lo ha hecho con una de las obras que forman parte de la serie Glitchland 3/02, en la que ha estado trabajando los últimos tres años. «Mi trabajo parte fundamentalmente de representar el territorio o el paisaje desde una posición más contemporánea, por lo que en la obra suelo integrar elementos que forman parte del mundo digital y virtual, guardando referencia también a la tradición y al romanticismo. Son paisajes muy etéreos porque juego con degradados del color del que invita a una observación sosegada. Obras muy atmosféricas y evocativas», argumenta. 

No es su único premio, pues en su palmarés cuenta además con otros muchos que le animan a continuar con su carrera profesional, aunque quizás éste, reconoce, «puede estar entre los más importantes por la relevancia y repercusión nacional que tiene el certamen, la calidad de las obras presentadas y el alto número de artistas que se presentan, por lo que es muy complicado alcanzar un primer premio». 

Imagen de la obra ganadora. En este sentido, alaba el esfuerzo de la Cooperativa Virgen de las Viñas por impulsar y apoyar la cultura con este certamen. Y es que, «no es habitual» que una cooperativa dedicada a la elaboración de vino y aceite promocione la cultura, pero «es algo muy necesario». «El mundo de la cultura necesita que se integren instituciones privadas que muestren su apoyo al arte y la cultura, pues aporta un valor simbólico muy importante también para sus empresas. Es de agradecer que una institución como Virgen de las Viñas esté apoyando el arte durante tantos años», argumenta. 

Sus obras ya han traspasado fronteras y pueden contemplarse no solo en España, sino también en otros países. Así, ha expuesto de manera individual en ciudades como Bruselas, Buenos Aires, Madrid, Bilbao, Pontevedra, Salamanca, Vigo y Logroño y, de forma colectiva, en distintos lugares como Inglaterra, Brasil, Bélgica, China, Portugal y España. Su sueño es «poder seguir trabajando», pues asegura que «no hay que plantearse metas a muy largo plazo, sino que hay que hay que ir yendo paso a paso y con objetivos que se puedan cumplir. Lo más importante es poder disfrutar de tu profesión».