El pasado lunes, a las 04.20 de la madrugada, un autobús de la línea regular entre San Fernando y Madrid se salía de la A-4, dirección Madrid, en el kilómetro 174. Circulaba a la altura de Manzanares cuando se produjo el accidente, aún con sus causas por esclarecer: El autobús colisionó con el vehículo que le precedía y, seguidamente, con otro vehículo que circulaba por su carril izquierdo, tras lo cual se salió por la derecha de la calzada, quedando tumbado sobre su parte diestra. La cincuentena de pasajeros que en él viajaban fueron heridos de diversa gravedad, y una decena tuvo que quedar ingresado con importantes lesiones. «Si el autobús no dispusiera de sistema antivuelco, y hubiera dado una vuelta de campana, estaríamos lamentando muchos fallecidos», revela Raquel García, jefa de Tráfico en la provincia de Ciudad Real.
El accidente del día 4 vuelve a poner sobre la mesa un tema que, por olvidado, no deja de ser importante. Es el medio rodado más seguro -un muerto por kilómetro recorrido, frente a los 13 del coche-, y los datos hablan por sí solos, puesto que entre 2002 y 2012 murieron 180 personas en accidentes de autobús, lo que supone el 0,5% de todos los muertos en carretera. A pesar de ello, cada accidente genera gran alarma social, pues suele ir acompañado de un elevado número de heridos y, normalmente, de fallecidos.
Pocos accidentes, pero muchos difuntos. Una pista del porqué de esta relación está en las declaraciones, antes expuestas, de la jefa de Tráfico, «si hubiera volcado...». ¿Qué hubiera pasado? Desde luego, una desgracia que hubiera ocupado todas las primeras planas de los medios de comunicación nacionales, pues según fuentes sanitarias, las heridas que presentaban muchos de los heridos en el accidente del lunes evidenciaban que «no llevaban puesto el cinturón».
cinturón para todos. De los algo más de 60.000 autobuses matriculados en España, 16.000 (el 26%) llevan instalados el cinturón de seguridad. El Real Decreto 445/2006 estableció la obligatoriedad de instalar cinturones en todos los autobuses de nueva construcción a partir del 20 de octubre de 2007. La Asociación Española de Carroceros de Autobuses y Autocares (Ascabus) cuenta que se llevó a cabo esta modificación debido a que «los resultados de los estudios de accidentes de tráfico en vías interurbanas aconsejaban que los viajeros fueran retenidos, para evitar la proyección de los mismos fuera del autobús, y evitar riesgos de aplastamiento». Las empresas de construcción de autobuses «realizaron la inversión suficiente para adaptarse a esta normativa», y algo empieza a notarse, cuando en los 1.726 accidentes con heridos de 2012, sólo tres personas resultaron fallecidas.