El conjunto alarquista, a diferencia de pretéritas actuaciones, no tuvo lagunas de concentración y supo resolver sus problemas en ataque con paciencia y con un generoso trabajo en la retaguardia, exhibiendo también un nivel de confianza que recordó al de la pasada temporada. César Beret dio un auténtico recital con siete goles, seis de ellos en la segunda mitad.