A juicio, un guardia civil tras una macrooperación de drogas

Pilar Muñoz
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Junto a él cayeron doce personas que han pactado con la Fiscalía tras admitir el delito. El agente, inhabilitado, ha rechazado el acuerdo al mantener su inocencia

El juicio tendrá lugar a primeros de marzo - Foto: Rueda Villaverde

Sólo uno de los trece detenidos en una macrooperación contra el tráfico de drogas en la comarca de Almadén se va a sentar en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ciudad Real el próximo marzo. Se trata de un guardia civil que mantiene su inocencia y, por ello, no ha aceptado pactar con la Fiscalía. Según ha podido saber La Tribuna, el resto de encausados ha firmado un acuerdo de conformidad con el fiscal tras reconocer el delito y aceptar penas de entre dos y tres años de cárcel.

El guardia civil ha preferido ir a juicio. La Fiscalía le acusa de obstrucción a la Justicia, de avisar a los otros acusados de la presencia o posible intervención de la Guardia Civil para evitar la detención. Un delito que se castiga con penas de entre uno y cuatro años de prisión.

El encausado, que fue inhabilitado de forma provisional para ejercicio de su profesión, niega los cargos. Estaba casado con la hermana de dos de los acusados y «lo han involucrado sin más», asegura a preguntas de este diario el abogado Ramón Alén que se hizo cargo de su defensa. «No hay base alguna en la imputación, sólo conjeturas», sostiene el letrado tras indicar que no se puede hablar de macrooperación contra el tráfico de drogas por muchos que fueran los detenidos porque «no se intervino gran cantidad de sustancias estupefacientes». La droga hallada a algunos de los detenidos, cocaína y hachís, era de poca entidad. Se puede hablar de «trapicheo», pero no de tráfico de drogas, remarca Alén.

En cualquier caso, todos los que la Fiscalía acabó acusando han reconocido el delito y pactado penas de cárcel, apuntan otras fuentes.

De escuchas y alijo. Las detenciones se llevaron a cabo en Almadén, Chillón y Agudo tras año y medio de investigación y escuchas telefónicas. La Guardia Civil pidió autorización judicial para intervenir los teléfonos de personas que estaban siendo investigadas por tráfico de drogas en la comarca de Almadén. En una de las escuchas hablan de un cuñado al que iba destinado un alijo procedente de Barcelona y, por ello, se incriminó al guardia civil, cuya mujer tenía dos hermanos que estaban siendo investigados por tráfico de drogas. «Pero el agente no tenía nada que ver en el asunto. De hecho puso tierra de por medio. Se le involucró por conjeturas y  especulaciones», reitera el abogado Ramón Alén convencido de que  va a poder demostrar su inocencia.

Otros casos. No es el primer guardia civil de la zona encausado. Hace unos años fue juzgado otro por ser presuntamente cómplice de una red de tráfico de drogas y un segundo por malversación de fondos en repostaje.

 A últimos del pasado año fue detenido en Almadén otro guardia civil, esta vez por presunto cohecho.