El Círculo de Bellas Artes expone desde ayer hasta el próximo 28 de septiembre, Autorretrato, un conjunto de instantáneas que desvelan todas las caras del fotógrafo Alberto García-Álix, quien, lejos de realizar un ejercicio de egocentrismo, muestra una búsqueda desde la experimentación en sí mismo y su trabajo.
La muestra, que está comisariada por Nicolás Combarro y se enmarca en el ciclo de PhotoEspaña, no se centra en los trabajos más autorreferenciales, sino que abarca gran parte de su obra que el propio artista considera definición propia de su carrera.
Tal y como destacó ayer el retratado durante la presentación a los medios, lo que acogen las paredes de la Sala Picasso le cohíbe y confiesa que cuando le propusieron este proyecto «no sintió mucha ilusión» puesto que le daba «mucha vergüenza». «Era para mí como una sobreexposición», comentó.
García-Álix se siente «contento» por volver a exponer en el CBA después de 16 años, especialmente ahora que «la cultura pasa por tantos problemas», y bromeó diciendo que la última vez vino «con el pelo más negro».
El comisario de la exposición, Nicolás Combarro, explicó que esta muestra no es una selección de fotografías, sino una «mirada transversal de su vida», en la que tiene cabida «no solo su cuerpo, sino los espacios y objetos significativos en su trayectoria». «Su obra tiene suficiente peso como para hacer viajar sobre una historia que, si bien es la de García-Álix, también remite a otros lugares, explicó el comisario.
Esta muestra nace del proyecto editorial Autorretratos, un encargo de La Fábrica Editorial que incluye más de 150 fotografías desde sus primeras imágenes a las instantáneas sobre fragmentos de su cuerpo. El presidente de PhotoEspaña y director de La Fábrica, Alberto Anaut, indicó que «ese es su libro más personal». «Me preguntó si confiaba en él, quería diseñar el libro», indicó Anaut.
Por su parte, el director del CBA, Juan Barja, señaló que «la mirada del artista siempre incluye la mirada de la reflexión». «El ojo que mira tiene dentro una persona y una intuición», apuntó.
Alberto García-Álix ha recibido numerosos reconocimientos, tales como el Premio Nacional de Fotografía, Premio de fotografía de la Comunidad de Madrid y Premio PhotoEspaña, entre otros hacia sus trabajos literarios y a sus libros exclusivamente fotográficos.