Primer Mundial para Blanca Romero

E.G. / LT
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La manzanareña se encuentra en el torneo como preparadora física de la selección española, labor que desempeña por cuarta campaña seguida

Blanca Romero supervisa un entrenamiento de la selección española femenina. - Foto: RFEF

La manzanareña Blanca Romero es la responsable de la preparación física de la selección española femenina, que este miércoles disputa ante Zambia su segundo partido en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda tras la contundente victoria frente a Costa Rica en su debut (3-0). 

En su cuarta campaña como integrante del cuerpo técnico del combinado nacional femenino absoluto, el gran objetivo es este Mundial, con los Juegos Olímpicos de París 2024 en el horizonte.

Fue jugadora e integrante del cuerpo técnico de varios equipos, antes de llegar  a la selección como preparadora física. También es doctora en Ciencias de la Actividad Física del Deporte, fisioterapeuta, docente y maestra en Educación Física.

En la Federación Española, «nuestro trabajo forma parte de un proceso muy largo, que comienza meses atrás con un seguimiento de las jugadoras en sus clubes. Cuando se acerca una fecha importante, uno de los primeros pasos es hablar con los clubes. En mi área, hablo con preparadoras físicas y entrenadores personales para mejorar las condiciones de las jugadoras. Hay que tener muy en cuenta en la preparación si tienen alguna molestia o alguna peculiaridad», revela en un reportaje publicado por la Federación Española de Fútbol.

Entre los elementos que ella destaca que han permitido a España tener una gran evolución en el fútbol femenino, la manchega subraya el «trabajo de la fuerza. Antes era algo que se denostaba y ahora mismo es imprescindible para preparar a las jugadoras de cara a lo que requiere la competición. Es algo que no solamente afecta a su rendimiento, sino que también protege a la propia jugadora».

Dentro de su labor como preparadora física se apuesta por la utilización de la tecnologías más vanguardista, como la plataforma de salto o la medición de la fatiga, así como otras técnicas, como  el entrenamiento con oclusión, que disminuye el riego sanguíneo de los músculos que se van a trabajar.

Para Blanca Romero, lo que le apasiona en este trabajo con jugadoras de alto nivel «es encontrar la tecla que les optimice su rendimiento». 

En su primer Mundial, quiere «seguir disfrutando cada día» de lo que hace «y lo consigo porque estoy en un entorno privilegiado. Trabajo con gente que me inspiran y me hacen mejor y eso es una suerte», concluye.