«Por razones políticas o ideológicas se intenta acallar la labor de la Iglesia»

M. Chaves
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Antonio Algora. Obispo

Antonio Algora./ - Foto: Tomás Fernández

En un momento de crisis como el actual, en el que ciertos valores están quedando en un segundo plano, ¿en qué momento se encuentra la Iglesia Católica?

Es una pregunta muy amplia, porque la Iglesia Católica es el Misterio del Amor de Dios que se manifiesta en el mundo entero y también en nuestra provincia a través de sacerdotes y seglares, padres y madres de familia, jóvenes y mayores. Pues bien, percibo que los que nos sabemos hijos de Dios y miembros de la Iglesia nos encontramos perplejos ante las situaciones tan variadas en las que se encuentran nuestros vecinos, amigos y conocidos y que están amargando la mayoría de las veces sus vidas. ¿Qué hacer?  ¿Qué decir a quien no espera nada de Dios cuando yo sé que sólo en Dios hay futuro y esperanza? Eso es lo que el Papa llama Nueva Evangelización. En esas estamos, en comunicar a todos que Jesucristo es la respuesta.

¿Ha hecho esta crisis que cobre mayor importancia la labor social de la Iglesia?

Ha hecho que se note más, que mucha gente descubra esa labor silenciosa que la Iglesia ya venía haciendo con tantas personas como vamos dejando a la vera del camino. Se ha descubierto quizá más en las cifras de lo que la Iglesia destina a los necesitados. Además, es que a nuevos retos, a nuevas problemáticas la Comunidad cristiana siempre ha de tratar de darles solución. Estos días nos han dicho que en la provincia hay 65.000 parados, pues además de la ayuda inmediata para comer y vestir y como un pequeño signo, en concreto en nuestra diócesis, desde 2008, pusimos en marcha el Fondo Diocesano por el Empleo para dar respuesta a la acuciante situación de tantas personas. Ya veíamos lo que se nos venía encima, pero la labor de Cáritas en cada parroquia y con todos los voluntarios ya estaba ahí.

¿Cree que hay sectores interesados en acallar dicha labor social?

Aunque se percibe el bien que la Iglesia supone para la sociedad entera, por razones políticas, ideológicas, o de otra índole se intenta acallar. Sin embargo, de una forma u otra, la Iglesia continuará estando atenta a las necesidades materiales de los demás. También a la necesidad, tan importante al menos como la otra, de esperanza, de compañía, de consuelo, etc.

¿Se ha incrementado mucho el número de familias que se ven obligadas a pasar por Cáritas?

Pues no puedo ofrecer ahora el número exacto en nuestra provincia, pero sí. Desde finales del año 2011 estoy realizando una nueva Visita Pastoral en la diócesis. Visito las parroquias, me paso varios días en ellas, estoy en las reuniones con los distintos grupos. Cuando estoy con los grupos parroquiales de Cáritas y me ofrecen cifras, lo que se percibe es que se han incrementado en mucho las peticiones de ayuda. Los pobres siempre acuden dónde saben que les dan respuestas y cuando no la encuentran en las distintas administraciones del estado vienen a las parroquias, lugares abiertos donde todos tienen cabida.

¿Cómo están sacando adelante estas ayudas?

Fundamentalmente con la generosidad de los que frecuentamos el templo. Primeros domingos de mes dedicados a recaudar dinero para Cáritas, donativos con motivo de primeras comuniones, bodas, bautizos… la persona que se siente agraciada por el Amor de Dios siente la necesidad de extender este Amor a los demás. Mucho están haciendo las Congregaciones religiosas, las Asociaciones de fieles: Hermandades y Cofradías, las iniciativas de los grupos juveniles y muchas iniciativas de todo tipo que agrupa a un número grande de voluntarios que ponen tiempo y dinero para los demás. En números globales, de ha querido hacer mucha confusión con respecto a este tema. En torno al 75% de los ingresos de la Iglesia proceden directamente de los cristianos en las colectas que se realizan en misa, de donativos y suscripciones, etc. El otro 25% procede de la X de la Declaración de la Renta. De la totalidad de los ingresos de la Iglesia es de donde procede la mayor parte de lo que Cáritas recibe: en torno a un 65% del dinero con el que Cáritas realiza su labor procede de la comunidad cristiana, es decir, de la misma Iglesia.

 ¿Les cuesta atraer a las nuevas generaciones a las parroquias?

A los jóvenes cristianos de nuestras comunidades no les está resultando nada fácil pues hay muchas dificultades de todo tipo, desde profesores que los ridiculizan en clase hasta bromas y discriminaciones de la gente de su edad. Si hablamos de grandes números y aunque sea sólo una muestra, ahí está la Jornada Mundial de la Juventud del año pasado en Madrid. Es importante la cifra de jóvenes que allí se encontraron con el Papa pero mucho más importante es el revulsivo que ello supuso en la juventud española y en cada una de las parroquias. Además, todas las actividades que se realizaron de formación, de preparación, etc. creo que supusieron para muchos jóvenes un replantearse de una manera nueva su fe: de forma más fresca, más activa y más comprometida.

Habla de las JMJ y de la alta participación. ¿Esto les tranquiliza?

Parece que piensa que estamos intranquilos por la pérdida de clientes y esa no es la cuestión. Acabo de manifestarle de una forma muy breve lo que supuso la JMJ de Madrid para los jóvenes españoles y en concreto en toda nuestra provincia fue un momento de especial alegría, de especial generosidad, de sentir de una manera  efectiva que la Iglesia es universal, multirracial y abierta a todos. ¿Me tranquiliza o me siento bien? Ni una cosa ni otra. Jesucristo, en el momento de la Ascensión le dice a los discípulos, si me permite citar el Evangelio: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos». Podemos ser muchos pero el mismo Jesucristo nos pide que sigamos extendiendo el Evangelio. Me alegró mucho ver el entusiasmo de los jóvenes de nuestra diócesis, su entrega y su generosidad pero ¿y los alejados?... ¡son igual de importantes!

Esta ciudad está muy ligada a la Semana Santa. ¿Están las hermandades realmente muy lejos de la Iglesia en su concepción más pura o se limitan a sacar pasos a la calle?

En absoluto. Mire. Los hijos de Dios, los miembros de la Iglesia lo somos por el sacramento del Bautismo. Las Hermandades y Cofradías están formadas por bautizados, es decir, que son la Iglesia misma. No son ni siquiera una parte, son Iglesia. Ni más, ni menos y dentro de ellas hay mejores y peores cristianos como en todos los sitios. Es cierto que los que forman parte de ellas tienen una sensibilidad especial en relación a las imágenes y a sacarlas en procesión 'para que el mundo crea'. Siempre y en todo estamos llamados a ser más fieles, más cercanos al mandato del Señor Jesús y en esa labor estamos en que todos tengan acceso a la mejor formación para saber lo que nos traemos entre manos. Ahí está la tarea de las parroquias con la catequesis de los niños, de los jóvenes, de los adultos y también el esfuerzo que hacen nuestras Cofradías y Hermandades.

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