Medio centenar de niños saharauis serán acogidos este verano

Manuel Espadas
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En los próximos días llegarán los menores del campo de refugiados que serán acogidos por familias ciudadrealeñas con el programa 'Vacaciones en Paz'

Niños saharauis acogidos por familias con el Programa ‘Vacaciones en Paz’, en una imagen antes de la pandemia. - Foto: Rueda Villaverde

Medio centenar de niños procedentes de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) llegarán en los próximos días a Ciudad Real para pasar el verano con sus familias de acogidas. Después de tres años suspendido por los efectos de la pandemia, el programa 'Vacaciones en paz' se retoma en todo el territorio español, gestionado en la provincia por la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, desde donde se da por buena esta cifra, pese a que es sensiblemente inferior a las de las ediciones previas a 2020. El año pasado se consiguió traer a 35 niños, en una edición reducida del programa.

Aunque todavía se desconoce la fecha concreta de la llegada de los refugiados, este colectivo ya está preparado para recibirlos. Como en años anteriores, los menores saharauis con destino a Castilla-La Mancha llegarán en un vuelo que aterrizará en el Aeropuerto de Alicante. Allí, miembros de la asociación recogerán a los que serán acogidos en la provincia, para viajar por carretera hasta Herencia, que es el lugar elegido para proceder a su distribución con todas las familias acogedoras. Estarán repartidos por localidades como Alcázar, Valdepeñas, Herencia y la capital, hasta donde llegarán en concreto 12.

La mayoría de ellos repiten experiencia y con la misma familia, con lo que este verano se producirá un emotivo reencuentro de personas entre las que se llegó a crear un fuerte vínculo afectivo. «La preferencia siempre es que vuelvan al mismo hogar si ambas partes han estado a gusto, para sí poder crear un vínculo entre ellos», explica Francisco Real, vicepresidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui. La gran novedad de esta edición será la llegada de ocho refugiados con discapacidad, que serán alojados en un piso de Puertollano, donde estarán atendidos por monitores saharauis.

Como recuerda Real, el objetivo de esta iniciativa es poder ofrecer a estos niños la posibilidad de pasar un verano diferente, olvidándose durante dos meses de su difícil vida en las jaimas del campo de Tinduf y escapando de las inhumanas temperaturas que hay en el Sáhara en época estival, donde los termómetros rondan los 45 grados y no bajan de 27 por las noches. Además, se les ofrece la posibilidad de someterse en España a un completo chequeo médico, e incluso en el caso de alguna enfermedad o problema de salud, se les da cita con un especialista para que lo visiten. «Nos hubiera gustado que vinieran más chicos, pero después de tres años sin programa, estamos intentando recuperarlo como era antes», asume Real, que confía en que el próximo verano sean más las familias las que formen parte del programa.

Sin niños ucranianos. Por el contrario, este verano tampoco llegarán a Ciudad Real niños procedentes de Ucrania. La asociación Crean ha desistido de este programa, por segundo verano consecutivo, por las excepcionales circunstancias que está soportando este país por la guerra contra Rusia y que provocó que muchas familias ucranianas huyeran de su hogar, muchas de ellas con destino a España y a la provincia. Un programa que confían en recuperar en 2024.