El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha anunciado que, "conscientes también de la dificultad del momento, con la viruela ovina, hemos tomado la decisión en el Gobierno de Castilla-La Mancha de inmovilizar las explotaciones ganaderas de cuatro provincias: Toledo, Ciudad Real, Albacete y Cuenca". A partir de mañana, los animales de esas explotaciones de ovino y caprino de esas cuatro provincias solamente podrán salir a matadero.
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Martínez Arroyo ha explicado que la medida se adopta "a fin de controlar una enfermedad que puede complicar la rentabilidad de un producto como el manchego y de un sector entero, del ovino y caprino en Castilla-La Mancha que es clave para la población y clave para el territorio. No va a significar ningún tipo de problemas para la salida de la leche a las queserías. Tomamos esa medida para controlar la enfermedad y para que siga habiendo negocios que puedan seguir generando riqueza en los territorios. Es una medida de responsabilidad", ha aseverado el consejero.