La permuta o trueque de viviendas se ha desplomado en los últimos años en la provincia de Ciudad Real tras el auge que experimentó esta actividad 'prehistórica' en el sector inmobiliario durante los primeros años de la crisis económica, principalmente como una salida para aquellos propietarios con dificultades para vender sus casas.
El intercambio de viviendas, también conocido en el sector como swapping, es un trueque entre dos propietarios de sus bienes inmuebles, que constituye una fórmula alternativa de ahorro económico frente a la compraventa tradicional. Se trata de una práctica muy arraigada en los países del norte de Europa que llegó a España a finales de 2007, coincidiendo con el pinchazo de la burbuja del ladrillo.
Los problemas económicos derivados de la imposibilidad de continuar pagando la hipoteca y las dificultades para vender constituyen el principal motivo del trueque inmobiliario, pero también hay quienes buscan cambiar su propia casa por otra de menor valor, llegar a un acuerdo para compensar esa diferencia económica y obtener un aporte de liquidez adicional. Un traslado familiar por motivos laborales o la necesidad de una residencia con mayor espacio son otras de las motivaciones a la hora de realizar una permuta.
Entre 2007 y 2013 se llevaron a cabo cerca de 800 intercambios de viviendas en la provincia de Ciudad Real, de los cualos más de una cuarta parte se cerraron en el año 2011 (287). No obstante, esta práctica ha sufrido una caída del 88% en los últimos siete años, pasando de 151 operaciones en 2007 a tan solo 18 el pasado ejercicio.
En total, la cifra de transmisiones de viviendas ha descendido en la provincia de Ciudad Real un 37,7% entre 2007 y 2013, pasando de 11.747 a 7.310 transmisiones el pasado año. El tipo de operación que ha registrado en este periodo un descenso más brusco es la permuta (un 88%), seguido de la compraventa de inmuebles (un 60,8%) y de las herencias (un 7,2%). Por el contrario, las donaciones han registrado un notable incremento, pasando de 98 en 2007 a 310 en 2013.
Este descenso en el número de permutas de viviendas tiene para los expertos dos lecturas diferentes. Hay quienes consideran que cada vez menos propietarios poseen viviendas vacías y disponibles para intercambiar y otros opinan que es un síntoma evidente de que tanto el sector inmobiliario como la economía general del país va saliendo poco a poco del agujero negro en el que cayeron hace ya más de un lustro. De hecho, la compraventa de pisos se incrementó un 23% durante el primer trimestre de 2014 en Ciudad Real respecto al mismo periodo del año anterior.
Según comentaron a este diario los responsables de varias inmobiliarias de la capital (Kampus, Doncel e Ingri), aún hay clientes que contemplan la posibilidad de intercambiar su propiedad por la de otras personas, pero todos coinciden en que este tipo de operaciones son «muy complicadas», por la dificultad que entraña «poner de acuerdo a los propietarios sobre el valor de sus inmuebles».
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