60 años no son nada

Agencias
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Denzel Washington celebra sus seis décadas de vida con una de las trayectorias más aplaudidas de Hollywood

60 años no son nada

 
A Denzel Washington no le resulta difícil aparentar 20 años menos, pese a que hoy cumple 60. Y así lo demostró la pasada primavera en los escenarios neoyorquinos de Broadway. 
En el clásico Un lunar en el sol, sobre una familia negra castigada por la pobreza y el racismo, el dos veces ganador de un Oscar interpreta al padre de la familia, Walter Lee Younger. En el estreno de esta obra, en 1959, el mismo papel lo encarnó Sidney Poitier, que entonces no tenía más que 32 años.
Washington reconoció en octubre que a su edad ya no le resultan fáciles las escenas de acción. Ese mes estaba promocionando su película de suspense El protector, en la que, bajo la dirección de Antoine Fuqua, se mete en la piel de un empleado aparentemente decente de una tienda de materiales para la construcción que se convierte en asesino. 
«Físicamente fue bastante duro hacer una y otra vez determinadas cosas», señaló el intérprete. «Sin embargo, fue divertido aprender nuevas técnicas. Llevo 20 años practicando el boxeo. Me gusta aprender diferentes técnicas de lucha», añadió. 
Su primer trabajo con Fuqua le valió los honores más altos de Hollywood. Y es que con su interpretación de un policía corrupto en Training Day, el primer papel de malvado en su carrera, ganó su primer estatuilla dorada de Hollywood como mejor actor. En la cinta se revela como un agente corrupto inmerso en el negocio de la droga dentro de la Policía de Los Ángeles. 
En su discurso de agradecimiento, Washington se refirió a Sidney Poitier, que había recibido en 1964 el mismo reconocimiento. «Siempre te perseguiré Sidney, seguiré tus pasos», aseveró. «Cuando me preguntaron en la escuela cuál era mi deseo profesional como joven actor, cada vez respondía lo mismo, convertirme en el mejor intérprete del mundo», recordó. «Me miraban como si estuviese loco». 
 
Éxito tras éxito. Ya nadie pone en duda que el neoyorkino haya llegado en Hollywood a la cúspide. Inolvidable fue, por ejemplo, su interpretación del activista sudafricano de los derechos civiles Steve Biko en el drama Grita libertad. Este papel le valió su primera nominación para un Oscar como mejor actor de reparto. Tres años más tarde, efectivamente, obtuvo ese galardón por su trabajo como soldado en el drama sobre la guerra civil estadounidense Tiempos de gloria. 
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas honró a la estrella otras veces con varias nominaciones. Los papeles que ha interpretado no podían ser más disímiles: como el activista de los derechos civiles Malcolm X, el boxeador injustamente encarcelado Rubin Carter y, más recientemente, como el piloto alcohólico de un avión que se estrella en El vuelo. La película es mediocre, pero Washington es fantástico en la cabina de mando como héroe con un lado oscuro. 
Después de filmes más ambiciosos como Philadelphia, John Q. o Inside Man, Washington pasó a actuar con más frecuencia en películas de acción. En Asalto al tren Pelham 123 se pelea con John Travolta, en Unstoppable tiene que detener un convoy que circula a toda velocidad y en Armados y peligrosos dispara frenéticamente al lado de Mark Wahlberg. 
Washington lleva más de 30 años casado con su mujer Pauletta. El matrimonio tiene cuatro hijos. El principio no fue fácil. Y es que ella rechazó dos de sus propuestas de matrimonio y «solo a la tercera vez dijo que sí», contó la pareja al portal E-Online.