El Caserío, lanzado hacia la Liga Asobal

Eduardo Gómez
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El equipo amarillo disputa este fin de semana en Burgos la fase de ascenso a la máxima categoría del balonmano español

La plantilla del Caserío, antes de un entrenamiento en el Quijote Arena. - Foto: Rueda Villaverde

El Caserío tiene una cita con la historia este fin de semana en Burgos.  El balonmano de Ciudad Real vuelve a estar a dos partidos de la máxima categoría, la Liga Asobal, y el polideportivo El Plantío será el escenario de una fase final que se presenta totalmente igualada y de pronóstico incierto.

Abrirán fuego los anfitriones, el Burgos, ante el Cisne de Pontevedra, conjunto entrenado por el ciudadrealeño Javier Fernández 'Jabato', el sábado a las 18 horas. El Caserío jugará la segunda semifinal a las 20.15 horas ante el Villa de Aranda, equipo entrenado por el manzanareño Javi Márquez, que condujo al Alarcos Ciudad Real a disputar tres fases de ascenso a Asobal, cayendo sucesivamente con Bidasoa, Nava y Torrelavega en las temporadas 2015-16 (Irún), 17-18 (Segovia) y 18-19 (Sagunto).

Los ganadores de las dos semifinales se medirán en la final el domingo a las 12 horas. Solamente el campeón ascenderá a la Liga Asobal, mientras que el subcampeón jugará una promoción a doble partido con el antepenúltimo de la Liga Asobal, que actualmente, a falta de una jornada para el final, es el Cangas y que podría ser también el Cuenca o el Puente Genil.

El Caserío, lanzado hacia la Liga AsobalEl Caserío, lanzado hacia la Liga Asobal - Foto: Rueda VillaverdeEn este contexto se presentan los cuatro mejores equipos de la liga regular de Plata tras el Guadalajara, ya ascendido como campeón.

Burgos parte con la ventaja de ser el anfitrión como mejor de todos ellos en la liga regular y con unos números en El Plantío que realmente asustan: 12 victorias, dos empates (ante Caserío y Antequera) y una derrota (Guadalajara). 

Villa de Aranda y Cisne son los que mejores rachas presentan en este segundo tramo de la competición y Caserío quizá sea el que más dudas ha generado últimamente, pero que por otro lado presenta el aval de haber sido el primer equipo de Plata en haberse clasificado para una fase final de la Copa del Rey, que disputará la semana que viene en el Olivo Arena de Jaén, tras eliminar a tres equipos de Liga Asobal. Pero eso será otro cantar.

La plantilla del Caserío,  este mediodía,  antes de emprender viaje a Burgos.La plantilla del Caserío, este mediodía, antes de emprender viaje a Burgos. - Foto: LT«Al principio de la temporada no pensábamos estar aquí», admite el técnico del Caserío, Santi Urdiales, que solamente tendrá la baja de Víctor Morales, por una rotura de escafoides. Augusto Moreno de la Santa y Pedro Martínez se han ejercitado a menor ritmo, pero llegarán a tiempo. 

«Son partidos especiales, a vida o muerte, donde ya no cuenta lo que hayas hecho antes. Cualquier detalle puede ser decisiva y ante Villa de Aranda nos espera un partido dificilísimo», añade el preparador del Caserío, que recuerda que su rival del sábado «ha sido el mejor equipo de la segunda vuelta. Vienen con muy buenos resultados, pero esperamos exhibir nuestra mejor versión», continúa el técnico cántabro, que durante la semana ha tratado de inculcar una consigna a sus jugadores: «Tenemos que ser solidarios y humildes». 

Entre las claves del choque enumera «recuperar nuestro nivel defensivo y tener la capacidad de agarrarnos al partido, algo que no hemos logrado en esta recta final de la liga. Habrá momentos muy difíciles porque Villa de Aranda tiene una gran plantilla, pero entonces es cuando debemos agarrarnos al encuentro y si llegamos igualados a los minutos finales estar más acertados en los detalles».

PRESIÓN POR SER LOCAL.  El Caserío se la jugará a domicilio, pero como visitante ya subió a Plata en una fase de ascenso inolvidable en Lalín (Pontevedra). «Estas final four son muy difíciles. Juegas en casa y eso es bueno, pero si van mal las cosas te entra esa presión. Nosotros intentaremos hacer un buen partido, siendo lo más parecido a lo que hemos sido toda la temporada: defender y correr, jugar alegres», indica el técnico amarillo. Sobre el hecho de tener que jugar la final apenas 14 horas después de acabar la semifinal, Urdiales no quiere excusas: «El que sabe de balonmano entiende que no hay tiempo de recuperación. Ojalá tuviéramos ese problema, yo lo firmaría ahora mismo. Si ganamos te prometo que el domingo no habrá nadie cansado ni con molestias».

Además, se muestra convencido de que estarán arropados por los aficionados, a los que desea brindar una primera victoria antes de pensar en la final del domingo. Por el Villa de Aranda se espera más de medio millar de seguidores.