Canepa y Palacios, reencuentro con su pasado

Eduardo Gómez
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El argentino y el venezolano llegaron al Caserío procedentes del Villa de Aranda, su rival este sábado en la fase de ascenso a la Liga Asobal

Santi Canepa (izquierda) y José Gregorio Palacios, jugadores del Caserío. - Foto: Rueda Villaverde

Santi Canepa y José Gregorio Palacios son los dos jugadores del Caserío con pasado en el Villa de Aranda, su rival este sábado (20.15 horas) en Burgos en la segunda semifinal de la fase de ascenso a la Liga Asobal.

Para el argentino, el conjunto ribereño «es un gran equipo y ha hecho una segunda vuelta increíble. Pero una fase de ascenso es un torneo aparte, son dos finales y no hay favoritos». El '17' del Caserío jugó en Aranda en la segunda parte de la temporada 21-22, si bien, el equipo entonces entrenado por Mariano Ortega tuvo que luchar por evitar el descenso. 

Palacios, por su parte, llegó el pasado verano al Caserío procedente del Villa de Aranda y tras otra etapa anterior en el Alarcos, por lo que su adaptación a Ciudad Real resultó sencilla. «Nos hemos preparado bien. Las últimas derrotas están olvidadas y tenemos otra mentalidad. Este es un torneo nuevo y vamos a por todas», aseguró el venezolano. 

«Todo está muy igualado. Hemos ganado al menos un partido a los tres equipos que están en esta fase», recuerdan, y si tienen que otorgar el papel de favorito a alguien se lo dan a Burgos, pero por el hecho de jugar en casa. «Nosotros vamos a por todas, pues en esta Liga ha quedado claro que puede pasar cualquier cosa», avanzan.

Los dos primeras líneas del Caserío no ocultan que estos partidos son finales y que en el vestuario se viven como tal. «Hay mucha adrenalina y hay presión, pero es esa presión de la linda, aquella que te dice que estás cerca de un gran objetivo, que sería subir de categoría», repasa Canepa.

Para Palacios, una de las claves será «defender duro. Es una de nuestras señas de identidad». Canepa también piensa que tienen que aumentar su nivel de agresividad para poder correr «e imponer el ritmo que a nosotros no convenga en cada momento».