Un menor se golpea la cabeza tras tirarse a una piscina poco profunda

Raquel Santamarta
-

El adolescente permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) desde el viernes tras ingresar en Urgencias con un traumatismo craneoencefálico sin activarse el protocolo del 112

Una persona tirándose de cabeza a una pisicina - Foto: /Fotos Pablo Lorente

Un adolescente permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General de Ciudad Real (HGUCR) desde el pasado viernes día 5, cuando ingresó en el servicio de Urgencias del centro hospitalario tras tirarse de cabeza a una piscina, al parecer con poca profundidad, y  golpearse contra el fondo, según pudo conocer este periódico. El menor, que sufrió un traumatismo craneoencefálico, se encontraba al cierre de esta edición «consciente e inmovilizado con un collarín cervical», según informaron las mismas fuentes.

El incidente se produjo en el capital manchega, aunque no ha transcendido el lugar exacto donde ocurrió, puesto que no se activó el servicio de emergencia 112 y, en consecuencia, ninguno de los recursos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam). Ni helicóptero, ni UVI móvil, ni ambulancia convencional. Según ha podido saber este diario fue trasladado al centro hospitalario por familiares o amigos. Del mismo modo, fuentes de la Policía Local confirmaron a La Tribuna que el incidente no se había producido en ninguna de las instalaciones municipales.

En este sentido, desde la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales señalan que «ante la necesidad de la recogida y manipulación de la víctima, es muy importante inmovilizar el cuello, evitar movimientos de la columna y avisar a un profesional para que realice el traslado». «No se debe transportar al lesionado en un vehículo utilitario», recuerdan. Si se produce una lesión cervical es fundamental actuar con extrema cautela.

Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha también exponen la importancia de conocer la profundidad de una piscina, un río o el mar, sobre todo en relación con la altura desde la que uno se lanza. En todo caso, «el bañista ha de zambullirse con los brazos situados en prolongación del cuerpo, protegiendo así el cuello y la cabeza», según se desprende de la campaña 'Mira cómo saltas, sé prudente' destinada a la prevención de lesiones medulares como consecuencia de las zambullidas.

Si el agua está turbia y no hay visibilidad conviene inspeccionar previamente la zona para comprobar su profundidad y que no haya elementos sumergidos como rocas, árboles u otros objetos contra los que se puede impactar. Ante el desconocimiento del entorno lo mejor es hacer la primera inmersión lentamente y con precaución, evitando lanzarse sin medir las consecuencias. (Más información en la edición impresa)