La Formación Profesional está en pleno cambio y la Junta quiere elaborar una ley para consolidar a futuro este nuevo modelo. Por eso la Consejería de Educación ya ha sacado a consulta previa su propuesta de una nueva Ley de Formación Profesional Castilla-La Mancha, adjuntando un documento con los objetivos que tiene en mente. La Junta busca «dar un salto cualitativo» y aprovechar la FP para atajar problemas como el desempleo estructural, el abandono escolar temprano, las brechas de género o el desajuste entre oferta y demanda de algunas categorías profesionales.
Una de las claves de la nueva ley será la configuración de un modelo muy 'a la carta' para el estudiante. En concreto, la Consejería de Educación habla de una FP configurada «de manera flexible y modular» (en Formación Profesional los módulos se equiparan con las asignaturas). De esta forma se podrán realizar «itinerarios formativos accesibles, progresivos, acumulables y adaptados a las necesidades individuales y colectivas».
También se pretende que la oferta sea 'a la carta' de lo que necesitan las empresas. Para ello la nueva normativa obligará a la Administración a «observar de manera continua la evolución de la demanda y la oferta de profesiones, ocupaciones y perfiles en el mercado de trabajo para la prosprección e identificación de las necesidades de cualificación de Castilla-La Mancha». La ley buscará una mayor colaboración entre la Administración y las empresas impulsando la dimensión dual y la colaboración de la patronal y los sindicatos.
Ya de primeras el documento preparatorio de la ley da una idea de cuáles son las áreas en las que la FPva a crecer. Menciona algunas «competencias emergentes» como innovación, investigación aplicada, emprendimiento, la economía social, la digitalización o la emergencia climática.
Evitar el sesgo de género. En algunos ciclos de FP es mayoritaria la presencia de chicos y en otros de chicas. A la Consejería de Educación no se le pasa por alto este hecho y por eso se marca como objetivo la «eliminación del sesgo formativo extistente entre hombres y mujeres».
Otros de los objetivos que se marca Educación es el fomento de la «orientación profesional» para ayudar a tomar decisiones y gestionar la carrera formativa y profesional de cada uno, haciendo de nuevo hincapié en combatir los esterotipos de género.
Además se regulará todo el papel que tiene que desempeñar la FP en la «acreditación y el reconocimiento de las competencias profesionales» que se han adquirido mediante la experiencia laboral o por otras vías de aprendizaje no formales.