Un reconfortable baño caliente en el frío de Chivay

I.G.VILLOTA
-

Hacia el nacimiento del Amazonas. Los expedicionarios pudieron darse baños de aguas termales dos días consecutivos para compensar el frío de Chivay.

La expedición con el valle de fondo. - Foto: Jesus Robledo

Visitas, caminatas, llamas, alpacas, comida típica, turismo, conferencias, interminables horas de viaje en autobús, conversaciones, correos electrónicos de sus familiares y amigos, programa académico y... baños de aguas termales. Los expedicionarios de la ruta BBVA disfrutaron durante dos días consecutivos de una piscina de agua caliente al aire libre y rodeada de montañas para compensar el frío de la noche en Chivay, ciudad donde montaron el campamento tras visitar Arequipa.

Además, aprovecharon para ducharse con agua caliente, tras más de diez días de duchas frías o ausencia de ellas, y para pasar un buen rato todos juntos, jugar en el agua y liberar tensiones tras un día de actividad programado al milímetro.

Pero no sólo eso, ya que en la piscina de agua caliente también cogieron fuerza para iniciar la mañana siguiente el ascenso al nevado Quehuisa, de más de 5.000 metros de altitud, lugar de nacimiento del río Amazonas.

El baño en las aguas termales de La Calera permitió relajar tensiones.El baño en las aguas termales de La Calera permitió relajar tensiones. - Foto: Jesus Robledo

el gran reto. Una marcha que da título a la expedición de 2014 pero que por motivos de seguridad sólo podrán emprender unos 50 de los 200 expedicionarios. Una decisión que ha decepcionado a algunos de los chicos y chicas que se planteaban este ascenso como uno de los grandes retos de su vida. Así se lo hicieron saber a sus monitores y así se podía ver en sus caras.

Mientras tanto, otros ‘ruteros’ aceptaron sin problemas el ‘recorte’ de ‘plazas’ para la subida e incluso se descartaron ellos mismos al considerar que se trata de una marcha muy difícil o por no encontrarse del todo bien de salud.

Los 50 ‘elegidos’, a través de sorteo, partirán del campamento en torno a las 5 de la madrugada para emprender un viaje que recordarán siempre. Sólo medio centenar llegará al nacimiento del río Amazonas pero el espíritu de toda la expedición estará con ellos.