Sin que haya grandes picos, la demanda tanto de antidepresivos como de ansiolíticos se sitúa, tres años después de la pandemia, en una curva de crecimiento. Una situación que señalan las farmacias de la capital consultadas por este diario, que apuntan a que hay un uso en aumento, sin grandes saltos, como los que pudo haber cuando la pandemia, cuando las seis gerencias de la provincia aumentaron un 6,5% el consumo de ansiolíticos o un 3 por ciento el de antidepresivos.  

En concreto, las farmacias señalan que hay incorporaciones constantes de pacientes a estos medicamentos que implican tratamientos largos, «de seis meses a un año». Por este motivo se produce esa demanda ascendente. En el caso de España, con datos del Ministerio de Sanidad, los antidepresivos han aumentado en un 5,6 por ciento, mientras que los ansiolíticos su consumo se ha estancado, en un 0,3 por ciento. 

Las farmacias consultadas apuntaron a que hay una diferencia en el uso de ambos medicamentos, ya que se atiende a más población joven que use antidepresivos, mientras que los ansiolíticos se encuadran en la población de edad más avanzada, como un fármaco que ayude a conciliar el sueño. «Lorazepam en gente joven no se da tanto», como medicamento más conocido de los ansiolíticos, mientras que en la población más joven se encuentra la fluoxetina, que sustituye al conocido Prozac, porque se encuentra financiado por el Sistema Nacional de Salud, o el Escitalopram, que se receta en varios formatos. Con todo, advierten que se suele dar el uso de antidepresivos como un medicamento «pautado», que se debe tomar todos los días, y en caso de ataques de pánico, se suele contar con un ansiolítico, para momentos concretos.

La farmacéutica Adela Salcedo muestra varias cajas de fármacos ansiolíticos y antidepresivos. - Foto: Rueda Villaverde«Ha habido un aumento de pacientes que están acudiendo a consulta con este tipo de sintomatología depresiva», indicó la vocal del Colegio de Psicólogos de Castilla-La Mancha, Margarita Velascoin, quien recordó que los psicólogos no cuentan con datos sobre el uso de antidepresivos, que se recetan en la Sanidad. Se trata de una demanda en aumento por factores como la pandemia, que supuso «una desesperación emocional que en muchos casos se está arrastrando» y otras patologías derivadas de situaciones actuales.