Con la temporada recién terminada y medio planeta pensando en el Mundial de Brasil que se inicia hoy, la directiva del Barcelona sigue trabajando a pleno rendimiento para remodelar el equipo de cara al próximo curso.

La dirección deportiva del club mantiene actualmente varios frentes abiertos, pero poco a poco parece que habría ido cerrándolos. Todos los medios dan por hecho ya el traspaso de Cesc Fábregas al Chelsea, mientras que Javier Mascherano renovó hace unos días su contrato hasta 2018.

Uno de los más esperados es el anuncio de la incorporación de Ivan Rakitic. El pasado fin de semana, los servicios médicos del club viajaron a la concentración de la selección croata en Brasil para hacerle al todavía centrocampista del Sevilla la habitual revisión previa al cierre la operación. Está previsto que fiche a cambio de 20 millones de euros, que se extraerán de los 33 millones de la venta de Cesc Fábregas al Chelsea.

El jugador firmará por cuatro o cinco temporadas y cobrará un sueldo neto de ocho millones de euros, uno de los más altos de la plantilla ‘culé’.

A sus 26 años, el internacional se ha convertido en uno de los jugadores de moda de la Liga. Nacido en Suiza, pero de origen balcánico, pronto empezó a destacar en las categorías inferiores del Basilea. Tras dos temporadas al más alto nivel, el Schalke decidió hacerse con sus servicios, donde coincidió con el exmadridista Raúl González. Tres campañas a un grandísimo nivel le sirvieron para dar el salto al Sevilla en el mercado invernal de la 2010-11.

En el conjunto hispalense se ha ganado los galones y, de la mano de Unai Emery, su crecimiento ha sido espectacular, hasta ser uno de los jugadores más destacados del panorama internacional.

Por otro lado, el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, declaró que, tras una mala temporada en cuanto a resultados, sin alcanzar los objetivos previstos al inicio del curso, está totalmente convencido de que van a construir una plantilla que vuelva a «ilusionar, enganchar y a ganar» de la mano del nuevo entrenador, Luis Enrique, y con el dinero que puedan invertir en fichajes.

«Tenemos que reconocer que la temporada no ha sido buena en cuanto a los resultados, esperábamos mucho más. No hemos alcanzado los objetivos proyectados. Estamos ahora en un momento decisivo para construir un nuevo Barça, un equipo que, os aseguro, que volverá a ilusionar y a ganar, un equipo que nos haga sentir orgullosos a todos los barcelonistas», precisó.

Plenamente capacitado. En este sentido, comentó que Luis Enrique está «plenamente capacitado» para llevar a cabo esta reconversión. «Un cambio que nos llevará de nuevo a los éxitos y a ver el fútbol que todos queremos», argumentó el mandatario.

Además, reiteró que la junta directiva que preside sabe hacia dónde quiere ir. «Tenemos una hoja de ruta clara. No trabajaremos en función de lo que nos marquen desde fuera, ni pensando sólo en el corto plazo. Esto sería una gran irresponsabilidad», señaló.

«Quiero ejercer el cargo hasta el final de este mandato. Agradezco a mis compañeros toda su confianza y quiero reiterar una vez más que seguimos creyendo en un proyecto que inició en 2010 y que nos ilusiona, ahora más que nunca», reiteró sobre su voluntad de continuar en la Presidencia.

Por otro lado, en la faceta económica, comentó que esperan tener unos 30 millones de euros de beneficios en esta temporada. «Afrontar una remodelación de la plantilla que garantiza que seguiremos apostando por la excelencia deportiva. Superaremos los 500 millones de ingresos. Prevemos estar en línea con el presupuesto y cerrar con unos beneficios en torno a los 30 millones de euros después de impuestos», concluyó.