Ante la cuesta de enero, precaución y previsión

P. V.
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Las asociaciones de consumidores y usuarios llaman a la planificación de las compras, a la comparación de precios y, sobre todo, a no caer en ofertas tentadoras de préstamos

Ante la cuesta de enero, precaución y previsión - Foto: Tomás Fernández de Moya

Llega una vez más la tan temida cuesta de enero que, tras el exceso de gastos asociados a las fiestas navideñas, sorprende a muchos bolsillos vacíos. Hay algunas acciones que ya no tienen remedio, pero siempre se puede evitar que vayan a más.

Pedro Romero, presidente de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI-CLM), advierte muy claramente sobre las tarjetas de crédito y los créditos a alto interés en los que los ciudadanos vuelven a caer, bien para afrontar los gastos de las fiestas, bien para asumir el día a día una vez que ha pasado. Desde su organización, señala que muchos de estos préstamos son «ilegales» al superar el 25 % de interés anual previsto como máximo en la legislación actual. «Nos solemos encontrar barbaridades por la facilidad de que dan estas empresas», reflexiona.

Al respecto, Bienvenida Pérez, de la Asociación de Amas de Casa y Usuarios Calatrava, llama a la racionalidad, a «no realizar un gasto si no se tienen fondos para afrontarlo» y apela a que se sea «razonable» en el consumo: «No por ver artículos que nos llamen la atención hay que comprarlos», afirma. Ambos recomiendan acudir a un profesional en caso de que ‘el daño ya esté hecho’, un servicio que ofrecen desde sus respectivas asociaciones.

Enero es también un buen momento para revisar los contratos de suministros (teléfono, televisión, gas, luz...) y también seguros de automóvil, hogar o salud, incluso aunque aún no venza la póliza, para comparar precios y condiciones. «A veces estamos anclados en la compañía de siempre y, teniendo en cuenta permanencias y vencimientos, hay que escuchar y comparar ofertas». Con algo de previsión y trabajo, se pueden ahorrar algunos euros que repercuten mes a mes durante todo el año siguiente.

Comparar antes de comprar es el verbo clave tanto para Romero como para Pérez. Sea cual sea el producto, «hay que asegurarse de la calidad y comparar en varias tiendas», avisa Pérez, que considera que esto es aún más sencillo con la venta online. A veces, se encuentra el mismo artículo o equivalente por un precio inferior con sólo gastar un poco de tiempo.

Otra manera de ahorrar, sobre todo en la compra diaria, es recurrir a las marcas blancas. «Entre marcas blancas hay diferencias de precio y obtenemos un producto de buena calidad a buen precio», recuerda el presidente de FUCI, que considera que enero «es un buen momento para empezar a consumirlas». Comprar productos de temporada también suele resultar más barato.

Inicio de año y, también, tiempo de rebajas. Romero recuerda que, en esta época, «bajan los precios pero no nuestros derechos». El precio debe ser inferior, aparecer el anterior y el posterior, advierte Romero, mientras que Pérez avisa de que es necesario asegurarse de la política de devolución del establecimiento donde se compre. «Si algo está defectuoso, el comercio está obligado a cambiarlo, pero no si se cambia por otra razón», informa, de ahí que sea necesario valorar antes si, en el caso de no estar satisfecho después, es posible conseguir el reembolso del dinero o un vale que gastar con posterioridad, para así analizar la compra en su totalidad.

FUCI va un paso más allá y señala que, «aunque enero no es un buen mes para ninguna inversión, en el caso de que haya que hacer alguna hay que pensar en métodos menos contaminantes que suelen ser más eficientes», en referencia por ejemplo a sistemas de biomasa o fotovoltaicos, que a la larga pueden suponer un ahorro para los consumidores. «Es un ahorro de dinero y somos más sostenibles medioambientalmente», afirma, «de esa manera queremos ser el contrapunto a esos ecologistas radicales que no tienen su mentalidad en la realidad actual y ver que, en nuestro entorno, se puede ser más sostenible».

dudas y reclamaciones. Ambas asociaciones prestan servicios de asesoramiento gratuito, en sus sedes y, en el caso de FUCI, también en sus redes sociales y correo electrónico. «Revisamos facturas, financiaciones, seguros... y si vemos abusos o pagos indebidos podemos ayudar porque así, todos juntos, somos más fuerte», afirma Romero. Pérez no deja pasar la oportunidad de apelar a este poder del consumidor: «Cuando empezamos había muchas reclamaciones pero gracias a toda nuestra labor ya hay muy pocas, las empresas han entendido que tienen que dar un buen servicio y los consumidores han aprendido a comprar», valora.