Fomento destina 670.000 euros al mantenimiento y control de 94 depuradoras de la provincia

A. Criado
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El Ejecutivo regional sacará a licitación en breve el contrato para hacerse cargo de esta actuación, que contempla la realización de 1.420 analíticas y 192 visitas a las EDAR

El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Fomento, sacará a licitación en las próximas fechas un contrato para realizar el control y seguimiento a más de 400 estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) de la región, para lo que el Consejo de Gobierno aprobó un gasto cercano a los cuatro millones de euros el pasado 9 de abril.

Según fuentes de la Consejería de Fomento consultadas por La Tribuna, la inversión prevista para la provincia de Ciudad Real asciende a 671.300 euros más IVA y el contrato que se firmará con la empresa adjudicataria tendrá una duración inicial de dos años. En concreto, el Ejecutivo que preside María Dolores Cospedal actuará en 94 estaciones depuradoras de la provincia de Ciudad Real, donde se realizarán un total de 1420 analíticas y 192 visitas, además de los correspondientes informes.

El portavoz del Gobierno autonómico, Leandro Esteban, subrayó que se ha duplicado el prepuesto anterior destinado a tal fin, ya que el número de EDAR que se han puesto en marcha en los últimos años en la región «se ha multiplicado de forma exponencial». «Esta inversión por la calidad de las aguas tendrá un impacto medioambiental muy positivo en Castilla-La Mancha», apostilló.

características. Este contrato, cuyo pliego de condiciones se anunciará en breve en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), establece trabajos de recopilación, estudio y caracterización de las estaciones depuradoras de aguas residuales, así como el inventario de las mismas; el diagnóstico del vertido de las EDAR mayores de 2.000 habitantes-equivalentes; y la misma operación para las depuradoras menores de 2.000 habitantes equivalentes.

Con esta inversión, el departamento que dirige Marta García de la Calzada atenderá a 407 estaciones depuradoras repartidas por la toda la región, cumpliendo de esta manera la normativa europea de 1 de enero de 2006, que establece necesario controlar los vertidos de instalaciones con una carga total superior a 2.000 habitantes-equivalente.

La empresa adjudicataria llevará a cabo un análisis de todo el proceso de depuración, cuyo primer paso consiste en recoger agua del medio ambiente, procedente de embalses, ríos o pozos, para posteriormente llevarla a la planta depuradora mediante un sistema de bombeo. Es necesario, para ello, fijar y controlar el caudal de agua por las tuberías desde los depósitos.

Ya en la EDAR, los expertos tendrán que analizar, entre otros extremos, los niveles de acidez o alcalinidad (pH), así como la presencia de minerales, bacterias y algas. Un proceso complejo que tiene como objetivo último obtener agua limpia, lista para el consumo humano.