El Campus Universitario de Ciudad Real acogió ayer una curiosa iniciativa que se enmarcó en el primer Maratón del Vino organizado la DO La Mancha: un torneo de cata que simuló el mundial de fútbol con un formato ameno y dinámico en el que una treintena de jóvenes pudo conocer los detalles básicos para poder iniciarse en el apasionante mundo del vino. No obstante, y lejos de lo que pueda pasar en el mundo del balompié, ni Brasil, España o Argentina pudieron con Costa Rica, una selección que comandó Lourdes Marchante y que finalmente se alzó con un premio consistente en una cena para diez personas por un máximo de 400 euros en cualquier restaurante de Ciudad Real.
En este sentido, el responsable de la cata y fundador de la empresa Katamanía, Ricardo Rodríguez, explicó a este diario que el objetivo del torneo no era otro que acercar el mundo del vino a los universitarios mediante una fórmula novedosa con la que los aspirantes a vencedor pudieron ir adquiriendo las nociones básicas para poder catar un vino a través de diferentes pruebas y preguntas relativas a los caldos que probaron: un blanco y cuatro tintos con distintos premios y con Denominación de Origen La Mancha. Asimismo, Rodríguez explicó que entre sus fines se encuentra el hecho de «democratizar» el consumo del vino y explicar cuáles son los motivos que hacen que este «triunfe en todo el mundo». Asimismo, el responsable de la cata subrayó la importancia de concienciar a la población de que tomar vino también es algo «placentero y cultural, además de clave en nuestra alimentación». Para ello, indicó que este tipo de juegos está adaptado para cualquier persona independientemente de su formación enológica.
Por su parte, algunos de los aspirantes, como Laura, destacaron que su intención era «aprender un poquito para disfrutar más cuando después tomemos un vino». Una pretensión en la que, en principio, no tenía cabida el carácter competidor que también rodeó a este curioso mundial. Mientras, Raúl aseguró que quiere saber de vino y que este tipo de iniciativas es «muy positiva» para que los jóvenes se puedan formar. Algo similar a lo que opinaban Juan Manuel y Pedro, que destacaron la calidad de los caldos de la tierra y que no hicieron diferenciaciones entre blancos y tintos.
Sin duda, una jornada educativa marcada por unos tintes lúdicos dentro de un mundial en el que, pese a la victoria de Costa Rica, todos los participantes se fueron contentos a casa.