La restauración de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción seguirá siendo una de las prioridades  del equipo de Gobierno de Manzanares, capitaneado por el socialista Julián Nieva, de cara a conservar y preservar el patrimonio de la localidad. Tras haber finalizado una primera fase de rehabilitación en sus fachadas sur y oeste (las que dan a la calle Jesús del Perdón y a la plaza de la Constitución) con un presupuesto de 600.000 euros, financiados al 50 por ciento por el Ayuntamiento y la parroquia, todas las miradas se centran ahora en la segunda y última fase en la que se trabajará en la rehabilitación de las fachadas este y norte, «muy deterioradas» por el transcurso del tiempo, como así comenta en declaraciones a La Tribuna el arquitecto responsable del proyecto de restauración, Diego Gallego.

El objetivo es que esta segunda fase, que contará con un presupuesto de 400.000 euros, comience después del verano, como indicó el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, aunque Gallego confía en que se empiece a trabajar ya incluso en el templo en el mes de junio tras su licitación. «Cuando se tengan todos los permisos, comenzarán los trabajos, quizás en el mes de junio para aprovechar el verano,  una de las mejores épocas para este tipo de obras». El plazo de ejecución es de unos seis meses.

Las cubiertas, recuerda el arquitecto, se arreglaron hace siete años, pero en las fachadas, lamenta, no se ha hecho ninguna restauración desde la reconstrucción de la iglesia en la posguerra, en los años 40, por lo que «están muy deterioradas, sobre todo en la zona de las cornisas y en algunas ocasiones se cae el fragmento». El paso del tiempo, la erosión y las palomas han acelerado el deterioro de sus fachadas. Por ello, en su rehabilitación se utilizarán productos y materiales «adecuados y compatibles» con los originales, ya que se ha realizado previamente una analítica de la piedra y paramentos para conocer su composición en una intervención que respetará, adecuará, asegurará y limpiará las fachadas.

Además del valor artístico e histórico de este edificio, el templo parroquial de la Asunción, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1991, es la iglesia más grande de la Diócesis de Ciudad Real, con 2.200 metros cuadrados construidos y una nave de más de 55 metros de largo y 18 de alto, más propios de una catedral. Un «importante» inmueble donde uno de los elementos más valiosos es su portada renacentista que da a la plaza de la Constitución. «Piezas escultóricas de un nivel muy alto y una impresionante iconografía», señala Gallego al tiempo que recuerda algunos de esos emblemáticos elementos como, por ejemplo, su ventana renacentista, que también se restauró, o la ventana gótica, la más antigua y que se rehabilitará en la segunda fase.

El edificio de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es, según Gallego, el «más valioso» de la localidad, aunque reconoce que Manzanares cuenta con otros monumentos de gran relevancia, como es el caso del Castillo de Pilas Bonas, el Monasterio de las Monjas Franciscanas, así como algunas de sus casas-palacio, «muy interesantes», y la fábrica de harinas, pero sin duda el «edificio de mayor interés, valor y emblemático» es la iglesia de la Asunción.

De ahí, que el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, haya mostrado su afán e interés en su conservación y mantenimiento, ya que las fachadas sur y  oeste se han rehabilitado en los últimos meses gracias al acuerdo suscrito entre la Unidad de Acción Pastoral de Manzanares y el propio  Ayuntamiento, que el pasado mes de junio confirmó ya, en palabras de su alcalde, que en 2023 colaboraría en la financiación de la segunda fase para rehabilitar las fachadas este y norte del templo, un compromiso más que pronto cumplirá el actual equipo de Gobierno.