Casi una de cada tres viviendas de Ciudad Real no tiene un uso habitual, bien porque están vacías o son hogares de temporada, según recoge el II Plan de Inclusión Social, elaborado por el Ayuntamiento de la capital. En este documento presentado hace unos días, los servicios de estadística municipales hacen un análisis del parque residencial de la capital e indican que hay 46.031 viviendas, de las que 14.207 no tienen un uso habitual. Son unas 2.000 viviendas más de las que aparecían en esta situación en el anterior Plan de Inclusión Social, elaborado con datos de 2016, cuando eran 42.024 las viviendas que había en la capital.

La problemática de viviendas vacías va por barrios. Donde más hay es en Puerta de Toledo, el 38 por ciento; El Perchel, con el 35 por ciento del total; Plaza de Toros, el Pilar o Plaza Mayor, con el 33 por ciento. También hay zonas donde las viviendas vacías son menos del 25 por ciento, como en La Granja, Los Rosales y Larache. Se trata de una situación que no se ha revertido, si se compara con los datos del año 2016.

Se trata de una situación que el Plan de Inclusión Social remarca como «problemático» ante la necesidad de vivienda en alquiler que hay en la capital, no solo por el número de estudiantes, sino por los colectivos más vulnerables que tienen dificultades añadidas para acceder a un hogar. «La vivienda se ha convertido en uno de los problemas principales en algunos de los barrios de la ciudad, como La Granja, San Antón o Pío XII», se indica en el documento, donde se plantea la necesidad de plantear medidas que movilicen el mercado del alquiler y que eviten que haya quien se aproveche de la exclusión a este derecho, como ocurre en Pío XII.

Ciudad Real plantea cómo movilizar sus 14.000 viviendas vacías - Foto: Rueda Villaverde«Nunca hay una solución única a esta situación», indicó la concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, quien recordó que el documento se ha realizado con las preocupaciones de las organizaciones sociales, quienes llevan tiempo planteando el problema de la vivienda en la capital. En este sentido, recuerda que «el Ayuntamiento no tiene competencia en materia de vivienda», pero se pueden poner en marcha «mecanismos para intermediar» en materia de alquiler. De hecho, el documento plantea la elaboración de un plan integral de vivienda de alquiler con Emuser o elaborar un censo de viviendas disponibles en la ciudad y crear una bolsa de alquiler, ofreciendo alguna garantía a los arrendadores. «Son líneas mucho más claras, actuaciones mucho más concisas, que vamos a poder medir cuando finalice ese proceso, incluso una evaluación intermedia», indicó Hinojosa, al comparar estas iniciativas con las del I Plan de Inclusión Social, desarrollado de 2017 a 2023. Este II Plan se extenderá hasta 2030. Además, Hinojosa recordó que una vivienda vacía «no implica ni que esté en desuso, ni que su propietario la quiera poner en alquiler».

El documento de trabajo plantea el desarrollo de una mesa del Plan de Inclusión Social, que debe reunirse a partir de ahora y decidir, por ejemplo, las medidas a tomar y a qué dedicar un presupuesto propio con el que se dotará a esta iniciativa municipal. «Vamos a tener que analizar más despacio estas situaciones y desarrollar las actuaciones para que eso deje de pasar»

El texto señala, además de las viviendas vacías, otros problemas como las condiciones del alquiler que lleva a que haya personas con ingresos fijos y que no tienen derecho a un alquiler. Se solicita un ingreso medio de 12.000 euros anuales, aval y dos años de contrato, lo que deja fuera a quienes cobren el ingreso mínimo vital o a quien cobre el salario mínimo. «Eso es una situación que se está produciendo en Ciudad Real y en todo el país», dijo Hinojosa.

Ciudad Real plantea cómo movilizar sus 14.000 viviendas vacías - Foto: Rueda VillaverdeVivienda sin condición de habitabilidad en Pío XII

El documento del II Plan de Inclusión Social apunta a que hay zonas en las que además del alquiler o la falta de viviendas disponibles, hay otros problemas, como la ocupación, la picaresca o los problemas vecinales. En este sentido se indica el caso del barrio de Plaza de Toros, La Granja o Pío XII. En este último barrio, se señala, por ejemplo, que hay grupos de personas que compran pisos vacíos para especular con ellos. Lo que hacen es alquilarlos sin tener condiciones de habitabilidad, aprovechándose de personas en exclusión como migrantes o refugiados. «Son situaciones que se están produciendo, situaciones que están encima de la mesa y que vamos a tener que trabajar sobre ellas», señaló la concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa. «Al final, los más vulnerables son los que siempre sufren más en todas las situaciones, en todas las crisis». Mientras, en el caso de La Granja se indica que hay relaciones conflictivas entre vecinos ante las que se plantean el desarrollo de proyectos socioeducativos y de mediación en las comunidades, para evitar que este deterioro afecte al barrio.