Comprar un coche nuevo tras la pandemia era sinónimo de espera, de mucha espera. El conductor tenía que esperar «incluso más de un año» para ponerse a los mandos de su flamante vehículo y todo porque la escasez de materiales como microchips, necesarios para la fabricación de las baterías que llevan los coches, impedía un ritmo normal de fabricación y entrega.
Hoy en día, este efecto dominó ha llegado a su fin y el sector de la automoción da por superada aquella crisis, por lo que asegura que el plazo de entrega de los coches se ha normalizado, esto es, se ha reducido considerablemente en relación con hace solo un año.
«En su día tuvimos paradas por la falta de chips, pero ya estamos en una situación normal», afirmó a este diario Juan Carlos Cabeza, de Exide Technologies, la antigua Tudor de Manzanares, empresa que utiliza estos componentes para montar las baterías de vehículos. Recordó que el hecho de que China estuviera confinada durante tanto tiempo hizo que faltaran proveedores de chip y eso ralentizó toda la fabricación y distribución.
«Ahora el plazo se ha reducido mucho», afirma Santiago Dafonte, gerente de Agritrasa Ciudad Real, concesionario que distribuye marcas como Honda y Mitsubishi. Indica que en algunos vehículos que venden la entrega se hace «en menos de 15 días», aunque «lo normal son uno o dos meses». Solo en el caso de algún modelo puntual, matizó, esa espera puede rondar aún el año.
falta de transportistas. Dafonte indicó que si bien la crisis de chip ya no afecta al sector, hay otro factor que está condicionando en parte los plazos: «La falta de camioneros», aunque la demora, aseguró, no es tan grande como la que provocaron los microchips.
«El problema que había este tiempo de atrás de los chips ya no existe, aunque hay alguna pequeña demora en casos puntuales por la falta de transporte y se ha reducido el plazo a un mes o mes y medio, como mucho», afirmó por su parte José Alfonso Jiménez, jefe de ventas del concesionario Autotrak-Mercedes-Benz, quien comentó que actualmente hay «muchos coches» para distribuir y hay «menos camioneros» que en la pandemia. Aun así, no se llega a la espera de «un año» que había meses atrás.
También desde el concesionario de Toyota de Ciudad Real indicaron que el 80% de los vehículos que comercializan se entregan «entre tres y cuatro meses», si bien en algunos modelos más demandados, como el Rav4 o Highlander, el plazo puede estar «entre seis y ocho meses». En este caso, Gustavo Lozano, del área de Ventas del concesionario, explicó que el plazo no se debe a los condicionantes del transporte, sino al hecho de que la fabricación se hace en Japón y a la logística que eso conlleva, con la llegada a puerto y la homologación al mercado europeo.
Situación del mercado.
El sector de la automoción ha vendido hasta agosto 2.038 turismos en la provincia, destacando las ventas de híbridos, mientras que los eléctricos reconocen que todavía van más despacio de lo que se pensaba debido a la falta de puntos de recarga y a la «burocracia» que existe para las autorizaciones de particulares.
Además, apuntaron a la conveniencia de que los híbridos contaran con ayudas para «eliminar muchos vehículos contaminantes», algunos de más de 15 o 20 años de combustión, y señalaron que si bien el sector se va recuperando «poco a poco» en cuanto al volumen de ventas, todavía influye la incertidumbre económica y el hecho de que «el dinero está más caro», lo que también condiciona a algunos clientes.