El Seminario abre el curso con un diálogo entre la fe y la razón

Marta Castro
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El sacerdote Jesús Abad ofreció la conferencia de apertura centrada en la relación histórica entre la fe y la filosofía ante la presencia de las familias, alumnos y amigos del Seminario

El desacostumbrado sonido de carreras y llantos infantiles invadía en la tarde de ayer los pasillos del seminario de Ciudad Real. No se debe a una oleada de vocaciones tempranas, sino a la inauguración oficial del curso académico del Seminario y el Instituto Diocesano de Teología, que congregó ayer a las familias de los 44 nuevos acólitos que comienzan este año allí su formación.

El acto fue precedido por una misa en la que el obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, animó a los estudiantes a profundizar en el conocimiento del misterio divino  y su relación con el hombre, «que es al fin y al cabo el objetivo de la teología».

Algora apuntó que el número de jóvenes que comienzan cada año sus estudios religiosos se mantiene constante en la provincia: «Este año comienzan 44 estudiantes, 14 en el Seminario Mayor  y 30 en el Menor».

El curso pasado concluyeron sus estudios en la sede ciudadrealeña dos seminaristas, uno tan solo el curso anterior.

El rector del Seminario Diocesano, Pedro López de la Manzanera, cifró en 12 los alumnos que van a estudiar en la enseñanza reglada del Instituto Diocesano de Teología Beato Narciso Estenaga.  En el mismo sentido que el obispo, el rector mandó un mensaje de conocimiento a los alumnos: «Cuanto más se profundiza en el misterio de la fe más se comprende y mejor se puede expresar para los  hombres del mundo contemporáneo». «El hombre ha cambiado, el mensaje no», sentenció. López de la Manzanera explicó también que la fe «busca entenderse, razonarse».

El  sacerdote, Jesús Abad, encargado de impartir la lección inaugural del curso, insistió en la idea de reconciliar la racionalidad y la fe.

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