«Ninguna mujer nace para ser puta»

Hilario L. Muñoz
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Vanessa Silva, superviviente de la trata, señala qué hace falta para abolir la prostitución en Ciudad Real, durante la V Jornada contra la Trata y la Explotación Sexual

«Ninguna mujer nace para ser puta» - Foto: Rueda Villaverde

Ciudad Real celebró ayer la V Jornada contra la Trata y la Explotación Sexual en el Colegio de Abogados y que, nuevamente, se ha enmarcado en la celebración del Día internacional contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños. Esta iniciativa se inauguró con el compromiso institucional de actuar frente a la explotación sexual y se cerró con los mensajes de Vanessa Silva, superviviente a la trata y cofundadora de Las Independientes, una organización que trabaja con mujeres como ella. La Tribuna dialoga con ella sobre cómo aborda su trabajo en Las Independientes y cómo víctima cómo se aproxima a la prostitución. 
¿Qué cree que es necesario para abolir la prostitución en España?

Hace falta un compromiso mayor de la sociedad y de los políticos en defender a sus mujeres y niñas y que haya menos intereses financieros. También hay que invertir más en educación sexual, introducir el debate en los colegios, en institutos y en universidades que es donde está el futuro. Además, se debe traer al debate público la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional (Loasp) y aprobarla. El Gobierno debe cumplir los convenios ya firmados de Estambul y Palermo y los informes aprobados en el Parlamento, donde se dice que la prostitución es una violencia hacia las mujeres y tiene que aplicar el código penal ya vigente, que penaliza el proxenetismo y la trata. Con esto último ya tendríamos la mitad del camino hecho. Lo principal, es penalizar al putero, porque sin demanda, no hay oferta, sin puteros, no hay putas, y se debe implantar el modelo nórdico sueco.

En otras declaraciones, le he visto hablar de valentía y de unos representantes que no quieren la abolición porque son consumidores de prostitución. ¿Cree que debe haber un ostracismo del político puntero como ya ocurre con el político que agrede a una mujer? ¿Considera que aquel que consuma prostitución o acuda a un prostíbulo debe dejar la política?

«Ninguna mujer nace para ser puta»«Ninguna mujer nace para ser puta» - Foto: Rueda Villaverde

No se puede ser un representante de la sociedad, siendo un violador prepago, promovedor de la violencia o un abusador sexual. Esa persona no es apta para ejercer ningún cargo público. Las personas que defienden que la prostitución es un trabajo, lo hacen porque obtienen beneficios de ella, no hay otra. O es un consumidor u obtiene lucro financiero. Todos sabemos donde se celebran los negocios en España, yo misma he visto a muchos políticos. Voy a más, deberían contar como antecedentes sexuales, y tampoco deberían trabajar con niños.

¿Cómo llegó a ser víctima de trata? De qué manera le atrajeron.

Conmigo utilizaron el método de captación, que es más sutil y menos arriesgado que el secuestro, porque juegan con la condición de vulnerabilidad. Tienen un arma fuerte: la pobreza. Con promesas y engaños de empleos y soluciones financieras, cualquiera acepta el viaje. Para poder elegir tiene que haber opciones y en la pobreza esto no existe. Una persona con hambre es un blanco perfecto. 

¿Qué fue necesario para su liberación? Hubo más un cambio de mentalidad y de reconocer los derechos o fue el apoyo institucional.

Ni uno ni otro. Salí huyendo, porque de la trata no es posible salir por la puerta delantera. Luego, del sistema prostitucional, cuesta aún más; primero, porque el estado no responde, no hay un apoyo de entidades públicas para esta problemática. La víctima de sistema está sola, desamparada e indocumentada. A mí, nunca me ha ayudado el Estado, ni como víctima de violencia de género. Por el contrario, me metieron en un centro, que tuvieran que cerrar por su estado caótico, y me imputaron por morder al agresor. Por esto muchas mujeres no logran ni intentan salir, porque no hay políticas de restauración. Esas mujeres no tienen a donde ir. Es la calle o el puticlub. Quien me ha ayudado han sido las mujeres, las feministas, con su apoyo, y con ellas estoy en la lucha para que este cambio de mentalidad ocurra y que el Estado se haga cargo de sus responsabilidades hacia las mujeres prostituidas. 

En varias entrevistas habla de los riesgos de la mujer como objeto o mercancía. Hasta qué punto estos aspectos están anclados en el imaginario y cómo se pueden combatir.

De imaginario no hay nada, todo es real: las violaciones, las manadas, las asfixias, los bukakes, los asesinatos, los suicidios, el porno, OnlyFans… Las secuelas de todo esto son reales. Cuando una sociedad cree que así están haciendo bien, es porque algo está muy mal. Ninguna mujer nace para ser puta, el patriarcado es la que le convierte en una. La pregunta sería ¿por qué los hombres creen y luchan por el derecho de comprar mujeres? La misoginia machista es la causa de todas las violencias hacia la mujer y solamente con la reeducación de los hombres, que no creo que sea posible, y educando a los que vienen con campañas de sensibilización e información, tendremos una situación de equidad de derechos entre hombres y mujeres.

Hábleme de su asociación. ¿De qué modo actúa por la abolición y los derechos de las mujeres prostituidas?

Nuestra asociación, Las Independientes, todavía es muy pequeña. Está formada por supervivientes del sistema prostitucional. Nuestros fines son restaurar vidas. Somos abolicionistas y luchamos por la aprobación de la Ley integral de abolición de la Prostitución, que es la que va a atender todas las necesidades de las víctimas de prostitución. Hacemos incidencia en la política, talleres, redes de apoyo y derivación a otras asociaciones de acogida. No contamos con subvenciones o ayudas, porque, como he dicho antes, las putas son invisibles. El Estado no responde a las necesidades de las prostituidas, no colabora en nada con nosotras, no hay interés, porque así garantiza que el matadero esté abierto para atender la demanda de violadores prepago.