Borja Jiménez: "El camino no ha hecho más que empezar"

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El matador sevillano fue el protagonista de la segunda sesión del ciclo de conferencias 'Los Toros en la Cultura', organizado por el Ateneo Taurino Manchego.

Borja Jiménez: “El camino no ha hecho más que empezar" - Foto: LT

El matador de toros Borja Jiménez fue protagonista, en la tarde de ayer de las Jornadas del Ateneo Taurino Manchego que se están celebrando en Ciudad Real. El sevillano compareció en una tertulia conducida por Íñigo Crespo y que también contó en la mesa con el diputado provincial Adrián Fernández y el presidente del Ateneo, Antonio Espadas.

Jiménez repasó junto a Crespo lo que ha sido una temporada al alza, en la que ha venido dando razones para estar en las Ferias tarde a tarde culminada por la Puerta Grande de Madrid. "Tanto la confirmación en abril en Las Ventas como la corrida de José Escolar en Pamplona supusieron dos retos muy importantes en mi carrera", desgranaba Jiménez.

Borja Jiménez hizo un repaso por lo que significó interior y exteriormente la tarde de pasado 8 de octubre en Las Ventas: desde la ardua preparación junto a su apoderado hasta las sensaciones vividas en la plaza. Ese día fue un antes y un después en su carrera: "Aún sigo soñando con la tarde, con cada lance de capote, con cada muletazo…", expresaba el torero de Espartinas.

"Se me cayeron las lágrimas en la primera vuelta al ruedo con la oreja porque sentí que, por fin, después de tanto esfuerzo, ahí estaba la recompensa; ese momento, y la mirada a mi madre cuando salía por la Puerta Grande me los quedaré en mi alma", expuso el joven, que refrendó que con este triunfo "el camino no ha hecho más que empezar; sólo le pido a Dios que me permita entregarme al toro para siempre".

Durante el transcurso de la tertulia, Jiménez también repasó su impactante trayectoria novilleril, en la que logró salir a hombros por la Puerta del Príncipe y puertas grandes en cosos como Pamplona, Arles, Huesca o El Puerto de Santa María. Además, expuso cómo el traje lila y oro -en homenaje al maestro Chenel- no sólo le acompañó en la tarde a hombros en Madrid, sino en la Puerta del Príncipe en la Real Maestranza de novillero.

Por su parte, también repasó su día a día con su apoderado, Julián Guerra: "Desde que nos conocimos en un tentadero en la ganadería de Aldeanueva y meses más tarde empezamos a trabajar juntos, me he dado cuenta de que el esfuerzo tiene su recompensa, de que todo lo que haces hoy tiene su eco mañana, de que no hay casualidades en el toreo", aseveraba Jiménez. Y Crespo pidió, en ese momento, un aplauso para el mentor, algo que agradeció en la sala.

Asimismo, Borja Jiménez también tuvo palabras de recuerdo tanto para Espartaco padre como para Espartaco hijo: "De su capacidad de sacrificio hemos aprendido todos los que hemos querido ser toreros a su lado", añadía el joven. Finalmente, contestó a las preguntas de los aficionados manchegos.