El artesano de la madera Martín Sandino brinda a los interesados en el arte de Socuéllamos obras con resultados sorprendentes que les acercarán a monumentos como la catedral de Burgos o la Puerta de Santa María de la misma ciudad castellana, reproducciones de monumentos y obras artísticas, además de otras muchas piezas, algunas puramente decorativas y otras con utilidad práctica, como cucharas o bastones; elaboradas mediante técnicas de talla y de pirograbado.
Su exposición se encuentra en el Centro de Arte Carmen Arias, donde permanecerá a disposición del público hasta el 5 de noviembre. La colección está formada por medio centenar de piezas elaboradas durante el último decenio, según revela Sandino a La Tribuna. En cuanto a los materiales sobre los que desarrolla su arte, el tallista señala que «el 90 por ciento de mis trabajos son de nogal, nogal español».
Buena parte de la muestra está conformada por obras que Sandino materializó mediante la técnica de pirograbado, que consiste en realizar un diseño determinado mediante el fuego, de modo que las partes quemadas en la superficie de la madera se convierten en las líneas y sombras del dibujo, a veces con resultados asombrosos por su finura y nivel de detalle.
Filigranas de madera y fuego en el Carmen AriasSandino señala que empezó a dedicarse al mundo de la madera al concluir su vida laboral. «No me gusta estar por ahí perdiendo tiempo y me metí en la escuela María Zambrano, en Burgos, que es del Ayuntamiento, y empecé a hacer talla de madera», rememora. Pero después de 12 años realizando tallas, un dolor de espalda prácticamente le llevó a dejar la mayor parte de este tipo de trabajos, «como quería seguir haciendo cosas, divirtiéndome con la madera, empecé con pirograbado», relata. A ello añade que también realiza pintura en tela, aunque advierte que esas obras quedan para el disfrute de sus hijos y nietos.
El tallista y grabador asegura que esta tarea le da muchas alegrías, aunque matiza: «No soy un creador, veo una cosa hecha ya, como es la Catedral de Burgos y la reproduzco». Una tarea, por ejemplo, que le llevó un año completar trabajando entre tres o cuatro horas cada día.
En cuanto a su interés por exponer en Socuéllamos Sandino, que nació en la localidad palentina de Saldaña, explica que la villa manchega es la localidad natal de su esposa, a la que conoció en los años 70, cuando su empresa gestionaba dos gasolineras, una en Belmonte (Cuenca) y otra en Socuéllamos. Ahora, en homenaje a su esposa y a su afecto por esta localidad, decidió ofrecer su exposición al Ayuntamiento.