Con la naturalidad y sencillez con la que se muestra en televisión, así lo hace también en esta entrevista por teléfono en la que contagia su pasión por el teatro y sus ganas de que los espectadores disfruten de la obra que traerá el día 3 al Teatro Quijano, La Celestina. 

¿Qué supone para usted volver a Ciudad Real tras su debut en el Festival de Almagro este verano?

La verdad es que siempre apetece y además es un teatro y un público estupendo. Venir con una función como esta, con un personaje como este a Ciudad Real después de la experiencia de Almagro, que es como el alma mater del teatro clásico, es maravilloso. Hacer esta gira que estamos haciendo por todas partes es alucinante y enriquecedor. Te das cuenta, primero, de la cantidad de teatros estupendos que hay por todo el país, y, segundo, de la cantidad de público estupendo y con ganas de ver teatro que hay también por todo el país.

¿Cómo está reaccionando la gente a esta Celestina?

La verdad que muy bien. A ver, piensas que no, pero los clásicos tienen lo suyo, ¿eh? Lo que pasa es que esta versión de Eduardo Galán es muy asequible, muy cercana, aún manteniendo esos aromas del castellano antiguo, pero es muy fácilmente comprensible. Hay algún giro, alguna cosa, porque evidentemente si hubiéramos hecho el original necesitaríamos un diccionario al lado. Además, creo que también este montaje de Antonio C. Guijosa lo que ha hecho ha sido recuperar un poco ese personaje de la Celestina vital y con humor, porque lo tiene. Creo que es una mujer, un personaje al que siempre se le ha tachado de la mala del cuento. Y creo que no lo es. Creo que a ella la contratan para hacer un trabajo, lo hace divinamente, y luego, además, es traicionada, con lo cual es una víctima... Los espectadores juzgarán ellos mismos si es verdad que tiene la culpa de toda esta tragedia.

A nivel personal, ¿qué ha supuesto meterse en este papel, además con un cambio de registro en relación con la comedia?

Me parece un regalo, una oportunidad maravillosa porque es uno de los grandes personajes femeninos, iba a decir del teatro, del teatro también, pero realmente procede de una novela, muy dialogada, pero novela. Como digo, es uno de los grandes personajes femeninos de la literatura española y, lo he dicho en más de una ocasión, que junto con El Quijote y Don Juan son los tres personajes que hemos exportado y son iconos del imaginario universal. Cada vez que me meto en su piel y salgo al escenario, me parece un regalo para una actriz. Es un regalo hacer un personaje como la Celestina.

¿Cómo ve el papel de la mujer en el teatro actual?

Afortunadamente, aunque se han hecho montajes, hay personajes femeninos y masculinos. Es evidente que se han hecho también propuestas y recuerdo ahora una Bernarda con Ismael Merlo. En cuanto a los personajes, realmente en teatro también se da la oportunidad de que haya personajes maduros, incluso más mayores, para el lucimiento femenino. Este año se va a retirar Nuria Espert con cerca de 90 años y tenemos a Lola Herrera, con 87, subida a las tablas, y tantas... A nivel de actrices, creo que el teatro es impagable porque te da personajes como la Celestina, Bernarda o mujeres ya maduras. Luego, es verdad que en cuanto a la dirección, está más complicado. Hay aspectos en los que todavía las mujeres no estamos codo a codo y creo que en el campo de la dirección, aunque hay más directoras, indudablemente estamos dando pasos muy grandes, pero falta mucho por recorrer.

En redes sociales es usted muy activa e incluso se suele meter en muchos charcos...

Pues te juro que no lo hago con intención. Yo digo, y entonces ya la cosa salta por petenera, pero no me gusta. Yo hablo, pero luego ya los charcos vienen a mí, te lo digo.

En el ámbito de la actualidad, le quería preguntar por su opinión respecto al conflicto de Gaza porque se ha venido pronunciando...

Indudablemente, ha habido un atentado de Hamás, eso es indudable, y ha sido una salvajada, pero creo que la respuesta de Israel está afectando a la población civil de una manera muy fuerte y muy discriminada. Uno puede defenderse, uno puede contraatacar, pero no creo que sea de esta manera. Esto lo han dicho también muchos dirigentes, lo que pasa es que todo queda un poco en papel mojado. Uno tiene que seguir las reglas del derecho internacional y no hacer de su capa un sayo, que es lo que me parece a mí que está pasando. Entonces yo cuando veo las imágenes creo que es un David contra Goliat, y eso también influye. Creo que la respuesta de Israel no está siendo la adecuada, ni mucho menos.