En un lieu de la Manche...

Luis J. Gómez / Toledo
-

La Primera Parte del Quijote llegó completamente traducida a París hace cuatro siglos, pero el idilio entre el país galo y los personajes de Cervantes había comenzado antes

En un lieu de la Manche... - Foto: Instituto Cervantes

En un lieu de la Manche, du nom duquel ie ne me veux  souvenir... Así empezaba el Quijote en la primera traducción completa del francés que se imprimió en París en 1614, es decir hace justo cuatro siglos. La Primera Parte de la novela de Cervantes llegó a Francia nueve años después de que viera la luz en España y solo un año antes de que Cervantes mandara a publicar la Segunda Parte. Pero el idilio entre el país galo y los personajes inmortales de Alonso Quijano, Sancho Panza y Dulcinea había comenzado incluso antes de llegar esta traducción... y se prolongó 400 años después.

La primera traducción completa del Quijote la hizo Cesar Oudin y se publicó en 1614. Oudin trabajó para el rey Enrique IV (de Francia) cuando solo era monarca de Navarra. A la corona prestó sus servicios en negociaciones internacionales y como intérprete de lenguas extranjeras. Antes de traducir el Quijote, Oudin ya había publicado en francés ‘La Galatea’, también de Cervantes y algunos volúmenes sobre la gramática española y la traducción en francés de algunos de los proverbios castellanos (seguro que este trabajo le vino muy bien para luego enfrentarse a los diálogos de Quijote y Sancho).

Pero los personajes de Cervantes ya eran populares en Francia antes de llegar la traducción completa del libro. En 1608 Nicolas Baudouin había publicado un fragmento en francés, el que corresponde a la novela intercalada de ‘El curioso impertinente’ (Le Curieux Impertinent). En 1609 había salido otra traducción anónima del pasaje de amor entre Marcela y Crisóstomo.

Aunque el Quijote tardó nueve años en llegar a París, los franceses cogieron ritmo y para la Segunda Parte se agilizó la traducción. Llegó en 1618, de la mano de François de Rosset, tres años después de publicarse en castellano.

Uno de los principales estudiosos de la entrada del Quijote en Francia fue Maurice Bardon que analizó la presencia del Quijote en tierras galas de 1605 a 1815 y lo publicó en una tesis que publicó en 1931 con 932 páginas. La investigación fue tan buena que en 2010 la Universidad de Alicante lo reeditó aclarando que habían hecho intentos de localizar a los derechohabientes» del autor de la tesis y que no lo habían conseguido. De hecho, pedían que quien tuviera alguna información se pusiera en contacto con el servicio de publicaciones. La introducción de esa reedición la firmó Françoise Étienvre y reconoció que de lo poco que se sabe de Bardon es que estuvo en la Primera Guerra Mundial y que vino a investigar a Madrid con una beca de la École des Hautes Études Hispaniques en 1917.

Ballet en el Louvre

En el Louvre hay una prueba de que el Quijote estaba de moda en Francia incluso antes de publicarse su traducción completa. Está documentado que el 3 de febrero de 1614 se representó en el palacio del Louvre Le Ballet de don Quichot por Santenir. Lo curioso es que esta representación se produce meses antes de que se imprimiera en París la versión completa de la Primera parte del Quijote en francés. Hay que recordar que en estos tiempos el Louvre era el palacio donde residía el rey de Francia (en 1614, Luis XIII). Además estaba en continuo proceso de remodelación, cambiando poco a poco su estructura medieval hasta la imagen barroca que conserva hoy en día.