Mordidas a cambio de adjudicaciones de obra pública, procesos de contratación manipulados y, por si fuera poco, posibles amaños en las primarias del PSOE. Estas son algunas de las revelaciones que salieron a la luz ayer cuando se hizo público el informe de la UCO de la Guardia Civil que describió una organización criminal en la cúpula del partido. Los principales actores de la trama, aunque parece que no los únicos, los dos exsecretarios de Organización, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, y el exasesor de este último, Koldo García.
Llegó el día que hizo temblar los cimientos de Ferraz. Aunque hacía semanas que se había anunciado el informe de la UCO que implicaría al entonces número tres del PSOE, Santos Cerdán en el llamado caso Koldo, (casi) nadie podía prever el alcance del mismo, que no solo le involucra, sino que le sitúa como director de orquesta. A lo largo de 490 páginas, basadas en buena medida en grabaciones intervenidas a Koldo García, los investigadores señalan a Cerdán como «el encargado de gestionar» los «presuntos pagos» de mordidas por la adjudicación ilegal de obras al exministro Ábalos y a su exasesor.
Pero, ¿cómo y cuándo empezó a operar la trama? Los agentes sitúan en 2013 en Navarra el inicio de la relación entre Cerdán y García, que ya obtuvieron comisiones por la consecución de obras antes de dar el salto a Madrid. Allí, el primero fue nombrado secretario de Coordinación Territorial del PSOE y se encargó de promover la designación de Koldo como conductor del nuevo secretario de Organización del partido, José Luis Ábalos.
Quedó así formada la tríada que llevó presuntamente a escala nacional la adjudicación de contratos de obra pública a cambio de mordidas a determinadas empresas.
Según se desprende de las grabaciones intervenidas a Koldo, el exasesor le reclamaba a Cerdán contraprestaciones para él y el exministro que ascenderían a 620.000 euros, unos pagos que dieron lugar a desencuentros y tensiones entre ellos. Pero, además de las comisiones, en el informe constan «contratos presuntamente amañados» que permanecían «bajo el dominio» del Ministerio de Transportes, tanto a través de ADIF como de la Dirección General de Carreteras.
Las supuestas corruptelas también llegan al seno del PSOE, ya que la UCO apunta a un presunto amaño en las primarias de 2014, que alzaron a Pedro Sánchez como líder del partido, un escándalo del que el presidente se ha desligado y al que ha restado importancia.