Dentro de unos meses, el centro penitenciario de Herrera de La Mancha tendrá un aspecto muy diferente al actual. Coincidiendo con la llegada del verano comenzaban los primeros trabajos de las ambiciosas obras de remodelación que se van a acometer en estas instalaciones ubicadas en las proximidades de Manzanares, dependientes del Ministerio del Interior, y que fueron inauguradas al final de los años 70 como una de las prisiones más modernas del país. Más de cuatro décadas después, y pese a las puntuales actuaciones que se han ido realizando, se hacía necesario emprender una reforma integral, tras la cual la mayoría de sus dependencias lucirán una imagen y funcionalidad más acorde con los actuales tiempos.
En concreto, esta remodelación afectará a los cuatro módulos en los que está dividida la prisión, además de a su cocina, la enfermería, las celdas de varios módulos y la zona de locutorios. Además, se actualizarán elementos de seguridad y se instalará una planta de generación de energía fotovoltaica para autoconsumo del centro penitenciario.
Esto está suponiendo un desafío logístico para la dirección y organización del centro, que durante el tiempo que duren las obras deberá compatibilizar el trabajo de los operarios con los servicios que se dan a los reclusos y las labores propias de sus funcionarios.
Esto se está logrando con el traslado temporal de los presos del módulo que se encuentra inhabilitado por las obras, que han sido reubicados en los otros tres módulos. Además, en el caso de que fuera necesario, algunos podrían ser trasladados de manera provisional a otros centros próximos, según aclaran a este periódico desde Instituciones Penitenciarias. Una estrategia que se repetirá con cada uno de los cuatro módulos de Herrera de la Mancha.
Primera fase
En la actualidad es el módulo uno el que está cerrado por las obras, y el resto de actuaciones se irán abordando fase a fase. El medio centenar de reclusos que tiene asignados han sido reubicados en los otros tres módulos. La obra en las celdas incluye, en algunos casos, la instalación de duchas propias.
También se está actuando ya en el área de locutorios, que en la actualidad está sin servicio, por lo que los reclusos no disponen de momento de la posibilidad de comunicarse con sus familiares o conocidos a través del cristal. A cambio, el centro ha ampliado sus derechos a la comunicación íntima, más conocida como el 'vis a vis'.
Otras de las mejoras importantes que se van a conseguir con esta ambiciosa remodelación de las instalaciones de Herrera de La Mancha es la accesibilidad de la enfermería, ubicada en el primer piso y que carecía de ascensor, una incómoda circunstancia que se va a solventar.
También se va a modernizar la cocina, algo que obligará al centro a contar con los servicios de una empresa de catering que suministre las comidas mientras duran las obras en esta dependencia.
En la actualidad, esta prisión cuenta con unos 300 reclusos, que dentro de unos meses podrán seguir cumpliendo su condena privados de libertad pero en unas mejores condiciones.