Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Ante el cambio climático

08/09/2023

Hemos pasado el verano más caluroso desde que existen registros. Así que bienvenidos  a las nuevas condiciones de un nuevo clima. Las vivencias de ese cambio climático ya no les ocurrirán nuestros nietos, como nos decían, lo estamos viviendo nosotros. El futuro ya es presente. Y como colofón de un verano tan caluroso con noches tan insoportables, ha pasado una DANA que ha destruido vidas y territorios. Hace unos veranos a eso le llamábamos 'gota fría' y sucedía siempre a finales de septiembre en el Mediterráneo. Ahora no hemos igualados los del centro con los de  la periferia. Para  que luego digan. Nuestra segunda DANA ha sido igual de destructiva  que la anterior. Así que  bienvenidos todos a los desastres. ¿Están nuestros pueblos y ciudades preparados para estas nuevas situaciones? De momento, no. Es más aún hay gente que sostiene la 'tontada' de que en verano tiene que hacer calor y frío en invierno. Como si lo del cambio climático fuera una cuestión  de creencias personales o de puro azar.  La realidad es insuficiente para quienes no creen que el aire y el agua pueden mover montañas.
Así  anuncian los científicos que será el futuro. Los incendios  numerosos y virulentos, las sequías  prolongadas, las tormentas, destructivas, el polvo del desierto cubrirá los pueblos y las ciudades el resto de los días. ¿Alguien está preparando algo para lo que ya no es futuro, sino presente? La gestión pública debe ser 'proactiva', no exclusivamente 'reactiva'.  Anticipar y prevenir, es el objetivo. Habrá que plantar más vegetación  que alivie los días y las noches del intenso calor, pero sabiendo que en algún momento llegarán vientos coléricos y lluvias feroces que los pueden abatir. Lo mismo se debe hacer con el urbanismo y las infraestructuras, el trabajo, los negocios y el turismo. Los Ayuntamientos deberán adaptar sus proyectos y presupuestos a los nuevos escenarios. Las Diputaciones provinciales deberán preparar, de acuerdo con los municipios, planes de emergencia y proyectos que minimicen  los embates de un clima, que, por nuestras acciones, parece haberse convertido en el más implacable de los enemigos.