Oña valora la rebelión de los artilleros como el hito del siglo XX en Ciudad Real

Diego Farto / Ciudad Real
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El historiador enmarca estos hechos en un periodo de violencia política de diversos sectores que imperó en España de 1900 a 1939

El historiador Juan José Oña destacó ayer los sucesos ocurridos hoy hace 87 años en Ciudad Real, el 29 de enero de 1929, fueron los más importantes del siglo XX en la ciudad, junto con la apertura de la Universidad y la llegada del AVE. Fue una intentona militar que se produjo cuando el regimiento de artillería con sede en la ciudad se sublevó contra el dictador Miguel Primo de Rivera, pero esta acción, que teóricamente estaba coordinada con pronunciamientos de tropas en Valencia y Madrid y una huelga general en varias localidades, que debía encabezar el político conservador José Sánchez Guerra, fracasó por la precipitación de los artilleros de Ciudad Real.

Oña, que reside en Aragón, ofreció en la Biblioteca Pública del Estado la conferencia  '85 años después: Ciudad Real en la génesis de la subversión política de la II República', con la que enmarcó esta acción dentro de un panorama más amplio de violencia política en España que abarca desde 1900 hasta 1939, en la que distintos sectores políticos, sociales y corporativos «trataban de alcanzar sus objetivos por la fuerza, hubiera sangre o no». La sublevación de Ciudad Real precedió justo en un año a la dimisión de Primo de Rivera y en casi dos a la sublevación de Jaca (Huesca), en diciembre de 1930, en la que militares y civiles abiertamente antimonárquicos se enfrentaron con las armas al gobierno del general Dámaso Berenguer, conocido como 'la dictablanda', lo que causó varios muertos.

Sin embargo, los sublevados en Ciudad Real, aunque llegaron a controlar la ciudad y el Primo de Rivera se vio obligado a enviar tropas para controlar la situación, se rindieron sin provocar derramamiento de sangre.

Oña explicó que estos sucesos tuvieron lugar en una ciudad «administrativa, que no tenía más actividad que el ferrocarril», muy poco dada a grandes protestas, pero en un cuerpo militar, la artillería, sumamente aristocrático y corporativista, que al sentirse maltratado por el dictador se fue aproximando a los sectores críticos, primero de los partidos constitucionalistas y más tarde a los republicanos.