Ilia Galán

LA OTRA MIRADA

Ilia Galán

Poeta y filósofo


Futuro pasado

19/03/2023

Se incorporó, resignada, levantándose de mi chaise longue preferida, una tumbona barroca de brocados granate, bajo un gran óleo de varios metros cuadrados, entre columnas de madera tallada... ¿Quién comprendería esa belleza? Recién llegada de Alemania, con ganas de emprender ese proyecto conmigo y la Real Academia de Bellas Artes, hablábamos en la lengua de Goethe con otro catedrático... Seguiremos construyendo, aunque parte del mundo se nos desmorone. Baviera, rica, católica y más tradicional, mantiene los estudios artísticos e históricos; en muchas regiones los jóvenes solo tratan cuestiones en torno al bajo vientre, género y estudios postcoloniales... Un universitario, pretendiendo ser historiador del arte, respondió ante el nombre de Rembrandt: no lo conozco. ¿Leer a Goethe, Schiller, Hölderlin? Eso es cosa del pasado, lo que importa es el futuro. Pero esos autores no son solo del pasado, sino clásicos: permanentes, y también futuro, como lo es Cervantes, Calderón o Lope. El germánico autor de Guillermo Tell propone la libertad como ideal, la que ha fundado nuestra sociedad, cada vez está más amenazada por una general estupidez, importada de un país tan decadente como ahora es EEUU. Televisiones y medios de comunicación, en general, expanden la disolución occidental contra la que algunos luchamos, por el bien de las futuras generaciones. 
Quienes no saben distinguir entre románico y gótico, quienes no valoran su pasado no podrán construir un buen futuro. Nada empieza de la nada en los humanos empeños. Nuestro mundo económico y social poco a poco se va diluyendo, como el universo moral. En España teníamos antes grandes y boyantes empresas como Seat, Santana, Pegaso, Bultaco, Ebro, Derbi, Iberia, Renfe... Esas industrias de aviones, trenes, automóviles partieron; ahora nos lo venden todo los extranjeros. En la época final de la dictadura había una deuda pública del 7%, ahora 130%; el paro juvenil era del 3%, ahora del 30%. Quien compraba una casa podía pagarla, con un solo sueldo de la pareja, en cinco o siete años; ahora se necesitan de 30 a 40 años. No había impuestos como el IVA, tampoco había IRPF... Mucha tecnología, pero incluso en lo económico vamos retrocediendo. Las últimas investigaciones muestran que el 40% por ciento de los españoles sufre una mala salud mental; un 15% ha tenido ideas suicidas y entre jóvenes llega a uno de cada tres. Depresiones, angustias, trastornos mentales... Y sigue deteriorándose la educación, la moral, pues solo se piensa en favorecer el disfrute material, pero la materia solo no trae la felicidad. No estamos construyendo el porvenir, lo estamos demoliendo. No hay futuro sin buena educación. Necesitamos una urgente reacción para tan grave situación. Antes la religión daba sentido general a la población; ahora pretende hacerlo, en vano, la vida placentera y cómoda, pero las almohadas se nos pudren entre los sueños. 

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