'Nueva normalidad' para las ovejas manchegas

H. L. M.
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Este lunes acaban las restricciones por la viruela ovina y en el balance queda el temor por la raza manchega, las inversiones y la pérdida de una quinta parte de la leche con denominación

‘Nueva normalidad’ para las ovejas manchegas - Foto: Rueda Villaverde

Esta semana se cumple un año del inicio de «uno de los retos más grandes a los que ha tenido que enfrentarse» el queso manchego en sus 40 años de historia. La pandemia provocada por la viruela ovina y caprina llegó a Castilla-La Mancha, el 27 de septiembre de 2022, a Cuenca, a una de las zonas claves del queso con denominación, por el número de ganaderías y por la calidad de los animales, en palabras del presidente del Consejo Regulador, Antonio Martínez, quien celebra que este lunes, esa pandemia concluirá, declarando España libre de viruela. 

Así comienza la nueva normalidad para el sector, al levantarse todas las restricciones de movimiento en las ganaderías y que ahora deben seguir con la producción, tras aprender de lo vivido, como a los humanos con el COVID y nuestro confinamiento. «El mayor de los problemas cuando ocurre una emergencia sanitaria es que no sabes cuánto va a durar», señaló Ignacio Barco, propietario de Quesos Villadiego, recordando que si hubiera habido algún caso más, hoy no acabaría la viruela. «Podría haber durado años» y de ahí que se optara por invertir y por cambiar los protocolos.

«Lo primero que hicimos fue prohibir el paso a toda persona ajena», recuerda Barco, al pensar en qué se hizo cuando llegó la viruela a La Mancha. Su ganadería, en el término municipal de Ciudad Real, se encuentra alejada de los focos de Cuenca, pero se vio afectada por las mismas restricciones que tuvieron ellos, lo que implicaba desinfectar cualquier vehículo, que venía a traer comida o llevarse la leche. Al final, se optó por acercar la leche desde la finca a la carretera de Alarcos, para que se la llevaran, limitando el paso, para evitar el contagio, porque con que solo una oveja se contagiara todas las que forman la ganadería morirían. Se sacrificaron 32.000 ovejas en la zona de Cuenca, primero, y, luego, cuando la enfermedad saltó a Ciudad Real, otras 14.000. 

‘Nueva normalidad’ para las ovejas manchegas‘Nueva normalidad’ para las ovejas manchegas - Foto: Rueda Villaverde«Hay ganaderías de otras razas que se pueden reponer fácilmente, pero el problema de la raza manchega es que solamente hay manchego aquí» y la región se enfrentó «al problema de la desaparición de la raza». De hecho, aún hay cierto riesgo, por los problemas que implica la pérdida genética de ovejas, ya que muchos ganaderos, como en Villadiego, compraban machos a esas ganaderías de Cuenca, algo que este año no han podido hacer. «Nos faltan machos, que suponen el 50% de la información genética de las ovejas» y, por este motivo, los ganaderos van a sentir «durante meses e, incluso, años» sus efectos.

'perte' del queso manchego. Para paliar esos efectos, una de las propuestas del Consejo Regulador de cara al periodo que se abre ahora es proponer un plan de innovación a la Junta de Comunidades, con el objetivo de «recuperar la cuota de producción». En este sentido, a falta del último trimestre, la previsión de Martínez es que este año se hayan dejado de producir entres tres y cuatro millones de litros, de una producción de 17, una quinta parte se ha perdido por la viruela, y esto implica que el déficit de leche con DO que hay (todo el queso manchego que se produce se vende) vaya a peor. Para Martínez, el riesgo es que el consumidor opte por un producto que no ofrezca la misma calidad. 

Mientras, la leche de oveja manchega se encuentra en récord de precio, pagándose a 2,40 euros el litro, cuando antes de la pandemia se situaba en cifras que ya eran altas, 1,60. «La idea es tratar con la Consejería de Agricultura un posible plan de modernización de la oveja manchega, donde se anime a los ganaderos a trabajar con nuevas técnicas genéticas para aumentar la productividad», al igual que en muchos de los Pertes, que fueron surgiendo tras la pandemia del COVID. El objetivo final es llegar a una producción de 200 litros por animal, cuando la media actual es de 120.

‘Nueva normalidad’ para las ovejas manchegas‘Nueva normalidad’ para las ovejas manchegas - Foto: Rueda VillaverdeMás allá de los problemas con el producto y la producción, la pandemia de la viruela ovina, deja inversiones realizadas por las ganaderías dedicadas a la leche y que, de la noche a la mañana, tuvieron que cuidar a los corderos, tratando de que esto afectara lo menos posible a la producción. Antes del confinamiento, las ganaderías de producción de leche se quedaban un 20% de los corderos nacidos, como reposición de la ganadería y el resto se enviaban a criar a ganaderías de carne. De la noche a la mañana se pasó a criar el 100% de los corderos. «Hemos tenido que habilitar muchos espacios» y hacer una inversión en máquinas que proporcionen leche de fórmula y que permitan la cría de las ovejas. Una inversión de unos 70.000 euros, en una finca que cuando la visitó La Tribuna podría tener un millar más de animales de los que solía tener, debido a esta situación, con el gasto de alimentación extra que conlleva. 

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‘Nueva normalidad’ para las ovejas manchegas - Foto: Rueda Villaverde
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‘Nueva normalidad’ para las ovejas manchegas - Foto: Rueda Villaverde

Aunque el confinamiento actual termina hoy, los ganaderos siguen con atención lo que pueda ocurrir en los próximos meses, sobre todo si se tiene en cuenta que llega otra enfermedad, la lengua azul, con varios casos declarados. Esta enfermedad, como ocurrió en la humanidad, sería como una gripe, una enfermedad con la que ya han batallado y saben cómo controlarla.